Había algo en el gemido del viento
y en el rugido de las bramantes olas golpeando sobre las rocas.
Voces que me llegaban, esperando que mi mano trémula
las atrapara para esparcirlas en palabras,
eran las voces de la poesía
que sin yo saberlo me llamaban.
y en el rugido de las bramantes olas golpeando sobre las rocas.
Voces que me llegaban, esperando que mi mano trémula
las atrapara para esparcirlas en palabras,
eran las voces de la poesía
que sin yo saberlo me llamaban.
Gladys Murissich
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