
Porqué habrá querido el destino que llegara a tu vida tan tarde.
Sé que tu corazón es mío, pero nada más que a eso puedo
aspirar.
Cuando se cruzan nuestras miradas lo decimos todo,
y el amor se queda apretado en la sangre, en el alma,
mis manos que quisieran apretar las tuyas,
se cierran clavándose las uñas,
porque nada pueden reclamar.
Y el amor se nos va haciendo viejo pero más intenso
y busco coraje en una coraza de indiferencia
que lastima y consterna, al no poder conjugar juntos el verbo
amar.
Porqué habrá querido el destino que llegara a tu vida tan tarde.
Gladys Murissich
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