La Autora


Yo no estudie literatura.

Cuando quisehacerlo,encontré que mis

versos tenían que tener métrica, métricaque no dejaban

expresar mis sentimientos, apresándolos en ella, así que

escribí sintiéndome como un ave, volando con las alas leves,

sutiles, con fulgores áureos hacia un mundo arcano plegando

el vuelo en el espacio azul e infinito.

viernes, 20 de agosto de 2010

UN CADAVER EN EL SÓTANO






Lía se sentía completamente feliz, ¿cómo no estarlo? Había heredado una hermosa casa que había pertenecido a su querido tío Guillermo, quien sabedor del amor que sentía por él y por la casa, se la había dejado en testamento.
Esta estaba en la cima de una colina. Desde sus amplios ventanales, podía divisar, como a sus pies la ciudad que a la noche, con sus luces de múltiples colores, le daban el efecto de aquellos cuentos que leía en su niñez, los cuales estaban llenos de de luz. Y, además dentro de ella, reinaba el silencio que le decía tantas cosas. Era lo que necesitaba para escribir sus novelas. Estas eran sobre asesinatos, que le hacían sentir como si ella fuera la protagonista y entonces vivir como ella.
Muchas veces, se introducía tanto en la vida de ésta, que experimentaba la emoción, el miedo y la excitación, que le provocaba lo que en ese momento estaba escribiendo, hubiera querido ser ella, sin sus novelas su vida estaría vacía.
Completamente sola, hija única, sin la protección y el cariño de aquellos padres inolvidables, se había refugiado en lo que escribía..
Ahora sentada en un cómodo sillón, recién se sentía en su hogar. La casa hacía ya tres meses que estaba en remodelaciones, pero finalmente quedó como nueva, le sucedió la mudanza , poner las cosas todas en su sitio para finalmente gozar como lo estaba haciendo ahora, cansada pero feliz., contemplando con agrado tolo lo que la rodeaba.
Pero a su nariz, le llegó un olor desagradable, de donde provendría? Guiada por él llegó a la puerta del sótano, cuando la abrió, este fue tan intenso que la hizo tambalear. Buscó un pañuelo que tenía en su bolsillo, con él se tapó la nariz, descendió los escalones y al ver el espectáculo que allí había, casi pierde el sentido. Cantidad de hormigas y cucarachas, se paseaban de arriba abajo sobre un cadáver. Corriendo subió los escalones, cerró la puerta y fue hasta el teléfono, discó el número policial pero era tan grande, el estado de nervios en que se hallaba, que no podía explicar el motivo de su llamada, sólo atinó finalmente a dar la dirección de la casa; después de ello, se dejó caer sobre un sofá completamente exhausta.
La policía no demoró en llegar, habían traído un médico con ellos, el cual le dio un sedante para tranquilizarla y que explicara lo que había sucedido.
Poco a poco se serenó y pudo contar lo terrible que fue bajar al sótano y ver lo que vió.
Dos oficiales bajaron y volvieron a decirle a su superior, lo verídico de la versión de Lía. Hubo un gran despliegue, se llamó la ambulancia y mientras ésta llegaba, sacaron fotos del cadáver y marcaron con tiza alrededor de su cuerpo, o lo que quedaba de él.
Fue colocado en una bolsa, transportado a la ambulancia, la cual lo llevaría a la morgue para hacerla la auptosia
Luego de todo esto el inspector comenzó a hacerle preguntas a Lía, acerca de si ella no había sentido ruidos, a lo que ella contestó negativamente, que sólo hacía cinco días que se había mudado, sólo el desagradable olor fue el motivo que hizo que bajara al sótano y
que se encontrara con esa escena tan desagradable.
¿usted no ha recibido alguna visita, estos últimos días?
Lía pensó y una luz se le hizo en su mente y le contestó.
Sí, usted me lo ha hecho recordar.
¿ De quién se trata?.
Verdaderamente no lo sé, pero hace alrededor de dos días, vino un señor, a ver la casa porque le habían dicho que se vendía..

¿ Y es así?
No, me sorprendió, porque yo la heredé.
¿No le preguntó acerca de quien le había dicho que se vendía?.
Sí, pero fue muy evasivo, cosa que me extrañó, y sino hubiera sido por su pregunta, lo habría olvidado.
Lo intrigante del caso es, porqué esta casa fue la elegida.
Sé menos que usted al respecto.
Bien, veremos el resultado de la auptosia y ver si se puede reconstruir su cara, quizás arroje alguna luz.
¿Puedo hacer limpiar el sótano?
Espere a que se ventile el mismo, mañana mismo volveremos a registrarlo y traeremos desinfectantes para fumigarlo.
Se lo agradezco.
Después de hacer todo lo que tenían que hacer la policía se retiró. La casa volvió a quedar en silencio.

SEGUNDO CAPÍTULO


Al día siguiente, golpearon a la puerta. Pensó que era la policía a hacer la desinfección, pero se encontró con alguien que hacía mucho tiempo que no veía y quería mucho.
Alexis Crucaver, su amigo de la infancia, compinche de aventuras de las cuales muchas las habían hecho en esa misma casa. Se fundieron en un abrazo, y luego Lía, lo llenó a preguntas, ¿ que cómo había venido de tan lejos, sin avisarle?
Calma, calma, respondió Alexis, tú sabes, que muy a menudo tengo visiones que me hacen ver cosas que han ocurrido o que van a ocurrir, y te ví a ti, horrorizada, y sin pérdida de tiempo, tomé un avión, y aquí me tienes.
¿Cómo sabías que estaba aquí?
Porqué compré un periódico y estaba la foto de la casa donde se encontró un cadáver, la reconocí en seguida y aparte estaba tu nombre.
No sabes lo agradecida que estoy con este gesto tuyo, la verdad que tengo mucho miedo de quedarme sola, gracias a Dios que tuviste una de esas visiones tuyas, en la cual me viste muy asustada, en verdad lo estaba.
Sí, te ví pero aparte de verte a ti veía muchas personas alrededor tuyo, y lo que me hizo venir a prisa fue un cartel colgado en la pared que decía : SHINING PATH
Por todos los demonios, es un grupo terrorista.
Sí, en él se agrupan marxistas que en un principio traficaba sólo en Perú, pero después fue creciendo en poder, y siguió en la Cordillera de los Andes y centros como Acapulco, Cusco, pero ahora está bombardeando y asesinando, en la capital de Lima.
Pero dejemos de hablar de ellos e invítame a tomar un té.
Por un largo rato departieron mientras bebían la humeante y aromática in fusión.
Luego a pesar del miedo de ella, bajaron juntos al tétrico lugar, donde había estado el cadáver. El lugar donde había estado este había sido marcado por la policía y Alexis comenzó a buscar en las paredes, algo que le permitiera saber si lo soñado por él era verdadero. Y…lo encontró. Habían dos clavos grandes que demostraban que de ellos había colgado un cartel, pues la pared tenía un recuadro más pálido que el resto.
No hay duda que se reunían aquí,
¿Cuánto hace que falleció tu tío?
Tres años.
Y tú cuanto hace que vives aquí?
Cinco días.
¿Porqué dejaste tanto tiempo sin habitarla?.
Mira, la casa estaba hecha una ruina, y yo no tenía suficiente dinero para arreglarla, pero el abogado que hizo todo lo necesario para hacer efectivo el testamento, me dio la idea de pedir un préstamo sobre la casa, para su reconstrucción.
¿Pero debes de pagar una gran suma por él?.
No, tengo diez años para ello y con el alquiler de mi propia casa y la ganancia que me dan mis libros, más mis derechos de autora, me estoy arreglando bien..
Bueno, hiciste un buen negocio.
Sí, pero ahora con lo que pasó tengo miedo de vivir aquí.
Mira, yo creo que como la casa quedó vacía tanto tiempo, fue usada por esta guerrilla para sus reuniones y el muerto habrá sido uno de ellos que se sublevó y lo mataron.
No tienen ningún escrúpulo para ello.
¿Tú te encuentras en esa misión ahora?.
Sí, hasta que sea destruida la perseguiré a donde sea.
Pero ahora estás aquí, si en tu sueño los vistes, incluso el cartel y pudiste comprobar su existencia, mas el muerto, creo que debería irme
¿Tienes miedo?
Sí, mucho.
¿Y si me quedo contigo?
A! si tú te quedaras, me sentiré feliz.
Alégrate, porque me quedaré, no recuerdas algún hecho extraño, en los últimos días?.
No sé si llamarlo extraño, ya se lo conté al policía, vino un señor a comprar la casa, cosa que no podía ser, puesto que nunca fue puesta en venta ni en diarios ni en inmobiliarias.
Creo que fue uno de ellos, para averiguar quien la ocupaba ahora.
¿Crees que volverá?.
Van a insistir,¿Por qué dónde encontrarán un lugar como éste, para esconderse?.
Por eso enviaron al hombre, para ver si se vendía la casa y también para darse cuenta de cuantas personas la habitaban. Ellos manejan gran cantidad de dinero y quizás vuelvan a ofrecerte más por ella.
No la venderé.
Debería decirte que para tu seguridad debías de aceptarla.
Pero debido a tu interés en exterminarlos, ya que se han enclavado aquí, no sería una oportunidad, para terminar al menos con esta rama?.
Pero no puedo ponerte a ti en peligro, mi corazón lo acepta pero mi razón, no.
Me dará tema para otra de mis novelas

TERCER CAPÍTULO

Al día siguiente, se presentó la policía ha hacer la desinfección del sótano, le mostraron el identikit que habían logrado sacar del rostro del muerto, Lía no lo reconoció, pero Alexis sí, se trataba de Miguel, hombre importante dentro de la organización., pero se cuidó de darle dicha información al oficial. Después de retirarse éste, Lía comenzó a hacerle preguntas sobre lo que supiera del Sendero Luminoso, Alexis trató de no contarle las atroces torturas que le hacían a sus victimas, se limitó a decirle que se conocía como P.C.P.S.L. partido comunista del Perú. Su meta era reemplazar las instituciones peruanas que ellos consideraban “burguesas” por un régimen revolucionario campesino comunista, presumiblemente iniciándose a través del concepto de “ La nueva democracia”. La organización G.E.I.N. Grupo especial de Inteligencia, le seguía los pasos y quizás terminara con ellos, pero cambiaban constantemente de lugar y lograban grandes cantidades de dinero para su causa, secuestrando personas importantes a los que mostraban por canales propios de televisión, para que sus familiares al verlos tan demacrados y mal tratados, hacían lo imposible para enviar el dinero requerido, el cual es llevado por un familiar o amigo de la victima, que pasa por toda clase de penurias.
Menos mal que yo no soy importante dijo Lía.
Tú no, pero yo sí.
¿Porqué?
Te olvidas que soy corresponsal del principal periódico peruano?.
¿Pero que pueden tener en contra tuya?
Lo que escribo acerca de sus movimientos, es tan grande el odio que siento acerca de ellos que se trasunta en mi crónica “Shining Path or ¿Dark Park.
Ahora sí que me ha dado miedo, pero quizás no sepan que te encuentras aquí, tu viniste por una de tus visiones, para ayudarme a mí, no en busca de ellos.
¿Pero recuerdas que en ella ví su estandarte?.
Tienes razón, pero cómo podrían saberlo?.
Pierde cuidado que ya saben quien eres tú y yo.
Qué debemos hacer, ¿esperar su primer movimiento?
Hablas como una experta.
No te olvides que escribo novelas y aunque no las vivo personalmente, en esta ocasión la viviré.
Me asombra tu arrojo.
Al lado tuyo me siento valiente.
Bien, bajemos nuevamente al sótano que quiero ver ciertos detalles.
A la orden señor.
No lo tomes a risa, porque esto es muy serio.
Bueno, bueno deja que por ahora lo tome así, bajemos.
Ya en el sótano, Alexis volvió a mirar las paredes y le preguntó a Lía.
¿Tú hiciste limpiar este lugar?.
No, en realidad no le dí importancia al mismo, al principio sí, porque me imaginaba que estaría lleno de cosas en desuso, baúles con revistas, ropa y sombreros viejos, pero me sorprendió lo vacío del mismo.
Eso me confirma que ellos limpiaron el lugar, fíjate, es enorme y no hay ni siquiera telas de arañas.
Sí, se puede decir que el sótano es la cimiente de la casa, su medida es exactamente igual a ella. Aquí se podrían construir las mismas comodidades que tiene arriba, pero sólo se le podrían hacer pequeñas banderolas al ras del suelo para su ventilación.
¡Imagínate la comodidad que tenían ellos aquí,! No querrán perderla.
¿Qué podemos hacer?
Por el momento esperar y estar atentos a lo que pueda venir.
Pasaron varios días, hasta que sonó el timbre, Lía fue hasta la puerta flanqueada por Alexis. En la puerta estaba el mismo hombre que se había interesado en comprar la casa.
Volví, le dijo a hacerle una muy buena oferta por la casa, porque estoy enamorado de ella; ¿no le interesaría recibir 500.000 dólares por ella?
¡OH! Es una suma muy importante, yo estuve enamorada de ella desde pequeña, por eso mi tío me la dejó en su testamento y no pienso deshacerme de ella, ya encontrará otra que lo enamore.
Así lo espero, buenos días.
Buenos días.
La puerta se cerró, Lía y Alexis se miraron, había miedo en los ojos de ella y ansiedad en los de él.
¿Qué sucederá ahora, dijo Lía, ¿no deberíamos de pedir ayuda?.
Mira, no quiero ponerte en peligro, fui un loco al pedirte que colaboraras conmigo, no se puede jugar con esta gente. ¿Tendrías algún lugar donde ir?
Mi sitio está aquí.
Pero pueden sucederte cosas desagradables y yo sería el responsable, Lía, nunca te dije lo que te amaba, precisamente por la vida peligrosa que llevaba, no quise arrastrarte a ti conmigo
Porqué no lo hiciste, no sabes cuanto esperé esas dos palabras maravillosas, te amo, cuantos años perdidos de felicidad.
Fue por quererte demasiado y ahora que lo hago, quizás sea el momento más peligroso en nuestras vidas.
Si estamos juntos, no me importa.
Se abrazaron con ternura y decidieron que tenían que hacer planes para defenderse.
Prendieron la estufa y frente a ella formularon y formularon proyectos de distinta índole, más eran sólo ellos dos contra una organización. Alexis le dijo que si lo llevaban a él, que no intentara nada, Lía lloró pensando que en el momento en que veía correspondido su amor, existía el riesgo de perderlo.
Tan inmersos estaban en sus pensamientos que no se dieron cuenta que habían sido rodeados por varias personas.
Se habían adelantado a sus proyectos de salvación.


CUARTO CAPÍTULO

Una voz de mando gritó! De pié!
Lía espantada lo hizo, Alexis también no demostrando temor.
El que les habló le dijo a Lía, hubiera sido mejor que aceptaras vender la casa, pero rehusaste la oferta. ¡Atenla, le gritó a uno de ellos. Pasaron fuertes cuerdas alrededor de sus brazos y de un empujón la tiraron sobre el sofá y dirigiéndose a Alexis…en cuanto a ti, enemigo de nuestra causa, tendrás que publicar en tu diario, el detalle de nuestro próximo golpe, si no lo haces, esta mujer será torturada de la peor forma que sepamos, primero te enviaremos un dedo, luego una oreja hasta que no haya nada que sacarle.
Tú eliges.
Alexis, pálido le contestó
Porqué no a mí, en vez de ella.
Ella no nos sirve para nada, pero tú sí, por su vida harás lo que te pidamos.
Porque quiero que des detalles falsos de un nuevo golpe del Sendero Luminoso, mientras hacemos el verdadero
¿Cómo sé que no le harán daño?
Cumple con tu parte y nosotros cumpliremos con la nuestra. Dos de mis hombres te llevarán al aeropuerto, ya tengo tu pasaje. Tu audición se transmite después del informativo de 20 a 21.Llegarás a tiempo para la de pasado mañana. Aquí tienes las nuevas que tienes sobre nosotros.
¿ De dónde las conseguí?
De informantes, siempre has sabido de nosotros por ellos y dilas como siempre, no pienses que estás engañando a tus escuchas, piensa que la estás salvando a ella.
Alexis fue tomado fuertemente por los brazos y mientras era llevado a la puerta, su mirada angustiada, parecía pedirle perdón y un adiós, quizás postrero a Lía.
Esta lo vió irse y se sintió terriblemente sola entre esos hombres cuya crueldad se trasuntaba en sus rostros. ¡Abajo! Ordenó el cabecilla, la levantaron del sofá y la arrastraron por todos los escalones hasta el sótano. La dejaron sentada sobre el frío suelo, con su espalda contra la pared.
Luego todo fue hecho con una celeridad impresionante. El sitio donde habían ella y Alexis sacado conclusiones que había estado colgado el cartel del Sendero Luminoso, giró hacia atrás y sacaron y sacaron cosas, casi todas ellas elementos de informática, pantallas de Tv., las cuales iban colocando una al lado de la otra. Después de varias horas de arduo trabajo, el sótano quedó convertido en un estudio de cine y televisión.
Vamos a probarlo, dijo el cabecilla.
Manejando el monitor que tenían delante de sí, comenzaron a iluminarse las pantallas y fueron apareciendo programas de distintos países.
Vamos a ver como saldrá ella cuando la mostremos, traigan una silla. Ubicaron a Lía sobre ella y se vió a sí misma reflejada en una pantalla.
Esto es sólo una muestra, para la verdadera la maquillaremos para que luzca peor de lo que está, dijo esto mientras reía a carcajadas.
Todo aquello parecía irreal.
Hasta donde llegaba el poder de esa organización?
Es hora de descansar, vayan a la cocina a ver que encuentran para comer, para darle algo a nuestra paloma, no sea que se muera antes de lo previsto.


QUINTO CAPÍTULO


Un poco más tarde, vino una mujer guerrillera como ellos, la desató los brazos para que comiera y bebiera. Luego la volvió a atar.
En determinado momento, comenzaron a dar voces de júbilo. ¿Qué sucedía? En un informativo del país de Perú, daban cuenta de la matanza hecha contra dirigentes y autoridades elegidos popularmente por el líder de Sendero Luminoso Abigail Guzmán Reinoso. Detallaban su brutalidad y violencia aplicada casi con ferocidad.
El festejo era grande, mientras tanto Lía comenzaba a sentir el efecto que le producía aquel ambiente cerrado, impregnado del humo de los cigarrillos. Sintió que su cabeza comenzaba a dar vueltas y quedó sumergida en un estado inconsciente.
La que se dio cuenta fue la guerrillera, que le avisó al líder que si querían sacar provecho de ella, era mejor sacarla de allí. El estuvo de acuerdo y levantándola con la silla entre sus poderosos brazos, la llevó al otro lado del sótano, donde había estado todo el material escondido.
La mujer trajo unos trapos mojados y se los pasó por la cara; al cabo de unos minutos Lía reaccionó y le dio las gracias con una mirada ; esta le dijo: yo no tengo nada contra ti, yo estoy con mi hombre.
Luego se retiró, Lía se sintió mejor al no estar entre aquel mundo de hombres fanáticos y comenzó a pensar en su situación. Miró a su alrededor y vió la banderola al ras del suelo, por don de se introducía para asustar al tío Guillermo que la buscaba por todas partes, menos allí. Una idea fue creciendo en ella, ahora era mucho más alta pero seguía siendo muy delgada, segura estaba que pasaría por su abertura, pero ¿Cómo zafarse de sus ligaduras? Al mover sus brazos, vió con alegría que las cuerdas estaban flojas ¿qué había sucedido? Que el guerrillero al levantarla con la silla, hizo presión con sus potentes brazos sobre ellas, haciendo que se corrieran hacia abajo. No tendría dificultad en soltarse. Los pies, la guerrillera ya no se los ataba más, porque cuando la llevaba al baño había que desatarlos para que subiera por si misma. Pero si lograba salir de allí,¿adonde iría? A la ciudad no, porque inmediatamente, los que estaban de guardia arriba la verían descender por el sendero. Tenía que enfrentarse a la dura realidad, el único escape que tenía, era escalar las montañas que estaban detrás, de niña trepó muchas veces, algunas ,sola y otras con Alexis, pero al tope ni soñar, pero ahora se imponía el hacerlo. Del otro lado estaba el límite con Canadá. Tenía que subir.
Aflojó fácilmente las cuerdas, zafándose de ellas, corrió hasta la estrecha abertura y pudo deslizarse por ella como antes.
Ante sí, tenía la noche y el riesgo de morir en la empresa.


SEXTO CAPÍTULO


La primer parte del ascenso fue fácil, pero fue haciéndose más dificultoso con las sombras de la noche, más teniendo en cuenta, que no tenía ni zapatos adecuados ni una cuerda para escalar. Como a la hora de su escape, miró en dirección de la casa, ya se habían dado cuenta. Estaba completamente iluminada y vió por el sendero a la ciudad, movimientos de hombres que parecían hormigas en su busca.
Se rió y al hacerlo, recordó una vez que se escondió de Alexis en una pequeña cueva para asustarlo. Debía estar todavía. Siguió ascendiendo muy despacio por miedo a una caída, pero para su alegría encontró la cueva de sus recuerdos. Lamentó no tener consigo ni un encendedor, pero entró, más tuvo que salir corriendo. Cantidad de murciélagos, azotaron su cabeza y cuerpo con aletazos. Pero así como ella se asustó, ellos también y dejaron vacía la cueva. Volvió a entrar y trató de acomodarse entre las piedras, habían sido tantos los sucesos acaecidos que se quedó dormida.
Al despertar le dolía todo el cuerpo debido a su incómoda postura.
Ahora que había luz, pudo contemplar el sitio donde se encontraba; atrajo su mirada algo que parecía un montón de ropa, pero no, era una cuerda arrollada. La estiró y vió que se mantenía gruesa y firme al no haber estado expuesta a la intemperie.
No recordaba haberla llevado, pero había muchos niños exploradores como ellos y también mayores.. Con la cuerda en la mano salió al exterior, era un día tan hermoso que invitaba a vivir, Lía suspiró, lucharía por ello.
Comenzó de nuevo a ascender, después de un par de horas sus manos estaban sangrando y comenzaban a aparecer ampollas en los huecos de las mismas. Se detuvo, se sacó la blusa que llevaba puesta, de la parte inferior que era la más ancha, rasgó como pudo dos tiras y con ellas vendó lo mejor que pudo sus manos, la pena que no se le hubiera ocurrido antes, sus pies también estaban bastante lastimados, pero no podía hacer nada al respecto. El mayor problema que tenía ahora era la sed. Súbitamente recordó que recién comenzaba el día, habría hojas a las que el sol todavía no habría absorbido su rocío, buscó plantas en las partes que aún permanecían en lugares oscuros y encontró unas hojas enormes que se conocían como “Eva”, sin arrancarla dobló una de sus hojas haciendo que las gotas se deslizaran hasta su boca sedienta, hizo lo mismo con otra y se felicitó porque gracias a sus novelas sabía muchos trucos.





SEPTIMO CAPÍTULO


Descansó un rato y siguió escalando, pero llegó un momento que los picos era muy difíciles de aferrarse a ellos, hizo un lazo con la punta de la cuerda y la otra parte la ató a su cintura, a veces tenía que intentar varias veces enganchar el pico con el lazo, pero fue gradualmente, ganando altura, se hizo la noche, ya no iba a encontrar otra cueva, pero no se iba a arriesgar en la oscuridad. Vió un conjunto de rocas que al estar tan juntas formaban algo parecido a un resguardo. Se guareció debajo de ellas, su estomago la dolía por falta de alimentos, pero apenas despertara el día volvería a buscar en las hojas el agua que le permitiría no sucumbir.
Cuando despertó ya no tenía conciencia de cuantos días habían pasado desde su huida, tres, cuatro, pero estaba en un punto que no podía retroceder. Trató de tomar bastante agua, haciendo lo mismo que había hecho anteriormente, porque sabía que el cuerpo humano puede resistir unos días si alimento, pero sin agua, no.
Luego miró hacia el último obstáculo que tenía que salvar. En el tope había como una meseta y los rayos del se cruzaban sobre él dándole el aspecto de una cruz. Parecía un buen augurio, lástima que le llevó demasiado tiempo el subir y quizás Alexis ya había pasado la falsa in formación ¿ qué habría ocurrido?
Le había hecho una filmación a ella, pero como prueba, podrían haberla desechado para hacerla ver peor de lo que estaba, y ahora al no tenerla no podrían obligar a Alexis a pasar la falsa información.
Tiró por undécima vez la cuerda, pero el contorno de la cima era demasiado redondeado, para que pudiera rodearlo con ella, desalentada, vió unos arbustos grandes, a sus costados, quizás llegando a la parte superior de estos, podría trepar hasta ella, tiró, lo afirmó y con sus pies apretados contra el grueso tronco y la seguridad de la cuerda en su cintura, comenzó el último ascenso a la libertad. Llegó hasta casi la cumbre, pero las ramas a las que estaba enlazada la cuerda se doblaron o por débiles o por su peso y quedó suspendida en el aire y por más que sus manos querían aferrarse a algo no le fue posible. Cerró los ojos era el fin, pero en ese momento sintió una voz querida que la llamaba por su nombre. Levantó su cabeza y vió emerger la de Alexis en la cumbre.
Tómate de mis manos le dijo, no se lo precisó decir dos veces, se aferró a ellas y se sintió levantada y luego segura entre los brazos de él.
La emoción de todo lo pasado, la hicieron estallar en sollozos, Alexis le acariciaba los cabellos y le decía “mi héroe, cómo te atreviste a subir, nunca de niños nos animamos, pero fue lo que me hizo pensar que este sería el camino que tomarías.
¿Qué fue de ellos, preguntó Lía?
Mira se enteraron que su líder Abimael Guzmán Reynoso había sido capturado por
G. E. I. N. en una casa del distrito de Surquillo en la ciudad de Lima y se dispersaron, perdiendo interés en lo que pretendían hacer contigo y conmigo.
Gracias a Dios dijo Lía,¿pero cómo llegaste tú primero que yo a la meseta?
Alexis se rió, con un helicóptero que nos aguarda para llevarnos a casa; y tú tienes tema para otra de tus novelas, ya lo creo dijo ella, la viví a pleno y ya tengo su título.
¿Cuál? Podría tener muchos.
No, sólo uno, con lo que comenzó todo con “UN CADAVER EN EL SÓTANO”


AUTORA: Gladys Murissich

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