Catherine, buscaba a su perrita Candy, esta le estaba
haciendo problemas con el vecino que de simpático no tenía nada, tenía miedo que un día se dejara llevar por
la antipatía que le tenía a la misma y la matara, sus ladridos la habían
llevado hasta el lugar donde se iba a comenzar una enorme construcción de 40
pisos, justito la vió cuando iba a ladrar, la tomó entre sus brazos tapándole
la boca primero, pero se quedó mirando algo que la dejó atónita, la luz de la
luna en su faz de luna llena iluminaba perfectamente el lugar y entonces vió: el malvado vecino llevaba el cuerpo de una
mujer en sus brazos, la depositó en el suelo, luego buscó una pala y allí donde
estaban las zanjas que al otro día iban a ser rellenadas para el cimiento del
edificio, cavó y cavó, luego levantó el cuerpo inerte, la colocó en el foso que
había hecho y lo volvió a cubrir con la misma tierra que había cavado .Al otro
día sobre esa tierra iban a ser colocados, los pilares para la construcción o
sea que ese cuerpo jamás sería descubierto.
Catherine pensó, no le iba a decir a nadie lo que había
visto pues ella era una niña de 14 años y quizás pudiera ese hombre vengarse en
ella o en sus padres, Lo mejor era esperar.
En ese momento supo lo que quería estudiar para desenterrar
ese caso cuando estuviera preparada….abogacía.
SEGUNDO CAPÍTULO.
Los años fueron pasando despacio, la perrita tan querida
murió, los estudios se hacían cada vez más difíciles, pero había un
empecinamiento tan grande en Catherine, que salvaba todos los exámenes sin
tropiezo, Ella sabía porque quería tener el título.
El vecino, seguía viviendo en el mismo lugar, no era un
hombre viejo todavía, Catherine, tenía una agenda especial en la cual por
alfabeto trataba de poner todo lo que había visto, la fecha y el nombre del
edificio, que hacía mucho estaba terminado, averiguó el nombre del vecino
robando un recibo de luz, colocándolo después en el buzón..
También pensaba como tendría que hacer una vez que tuviera
el título, para acusarlo después de tantos años .A todo esto un compañero de
estudios, le pidió sino podía estudiar con ella pues veía la facilidad que
tenía y que a él le faltaba
Catherine aceptó encantada, era más ameno, el estudio,
charlando un poco y tomando una tacita de café de tanto en tanto.
Llegó el momento de recibir los diplomas, vestidos con togas
y birretes ascendieron a donde se encontraban los profesores y el Decano de la
Universidad, quien en persona les dio el mismo felicitándolos y que honraran
la ley y el orden, como lo habían jurado
en el instante de recibirse
Sus padres orgullosos los abrazaron y les dijeron que tenían
un regalo para los dos
Subieron todos en sus respectivos coches y pararon frente a
un comercio con grandes ventanales, que ostentaban en letras negras lo siguiente.
Michael Taylor _Catherine Oliver
Abogados criminalistas.
Divorcios, tenencias, sucesiones y todo trámite legal.
Cuando Catherine y Michael vieron esto, abrazaron a sus
padres, ellos habían pensado entrar en algún bufete, hasta adquirir practica,
pero con esto debían empezar de cero, con sus propias habilidades hacerse
conocer
Entraron, todo estaba perfecto, había un escritorio, sobre
él una computadora y teléfono para la secretaria, a ese salón de espera se
abrían dos puertas que ostentaban sobre sus puertas el nombre de cada uno de
ellos y al entrar, también un escritorio, computadora y teléfono amén de un
sillón detrás del escritorio y delante, dos, se había pensado en todo, el
problema que acudieran clientes.
Y fue así, pasaba el tiempo, y todavía no habían
conseguido ningún trámite por sencillo
que fuera para sentirse competentes en lo que hacían.
Una tarde, consumidos por el hastío de la espera, Catherine
resolvió contarle a Michael lo que había visto tantos años atrás y lo que la
impulsó a seguir esa carrera.
Este muy sorprendido le preguntó porque no había denunciado
el hecho.
_ ¿Tú lo habrías hecho teniendo catorce años, sabiendo que
si ese hombre había sido capaz de lo que yo estaba viendo, no sería también
capaz de matarme a mí y quizás a mis padres, porque fui testigo de su criminal
acción?
_Tienes razón, pero ahora habría que iniciar muchas cosas.
_ ¿Cómo cuales?
_Ir al registro civil, ya que tienes su identidad, saber de
donde procede, porque puede ser de este país o no, si así fuera, saber si vino
soltero o casado y si era casado averiguar el nombre de su esposa.
¿Ya que no tenemos ningún caso poque no lo hacemos ahora?
_ No conviene cerrar el bufete, porque indicaría decadencia
en el mismo, esta vez voy yo y en el próximo paso que demos irás tú.
Michael llevó anotado el nombre que le dio Catherine y salió
en dirección al Registro Civil. Por ser abogado enseguida obtuvo lo pedido,
encontró que el hombre era de origen alemán habiendo obtenido su ciudadanía
cinco años después de ingresado al país.
Casado con Ingrid Bergman, alemana también.
Volvió al encuentro de Catherine que aguardaba ansiosa el
resultado de esa pesquisa.
-Al saberlo, le dijo que nunca vió ninguna mujer en la casa,
a no ser que fuera enferma o que él por el hecho de haberla enterrado como lo
hizo, la hubiera tenido prisionera y luego asesinada.
_ Mira dijo Michael si después de tantos años pudiéramos
probar su crimen. Nos queda otra cosa por hacer, ir a la biblioteca Nacional y
pedir los periódicos de aquella fecha, ya que tuviste el acierto de anotar
todo, esta vez vas tú.
_¿Que te parece que tendría que buscar?
_Mirar si hay alguna defunción con el nombre de ella o si
estaba buscada como persona desaparecida. También puedes mirar en meses
anteriores por las dudas.
_Bien, me llevo mi agenda para seguir anotando todo lo
relativo a este caso.
_Me ha gustado que me cuentes este hecho, mira si logramos
descubrir un asesinato ocurrido hace tantos años, ahí sí que nos iríamos para
arriba
_Yo lo he guardado por tantos años, no pensando en alguna
fama personal, lo quiero hacer porque viví el momento de aquel hombre cavando y
depositando el cadáver como si fuera una piedra en vez de una persona, sabiendo
que toneladas de cemento caerían sobre ella. Lo que quiero es vengarla, por eso
seguí esta carrera para tener armas en mis manos para que se sepa la verdad y
que el culpable reciba su merecido, esa es mi suprema ambición.
_Tienes razón, fui egoísta al pensar que nos daría fama,
puede que nos la dé, pero habremos cumplido como defensores de la ley, nuestro
cometido.
Marchó Catherine a la biblioteca y solicitó, los periódicos
de aquel año, buscó con minuciosidad, todo lo relativo a defunciones, aunque
estaba segura, que si la había enterrado por si mismo, no iba a hallar ningún
aviso Luego personas desaparecidas, allí tuvo suerte, el aviso decía: se
solicita a quienes hayan visto a la señora Ingrid Bergman de alrededor de 30
años alta, delgada, rubia, lo comuniquen a la seccional más cerca o al
teléfono, 001,403 225621.
Catherine se mordió el labio inferior con rabia, ese
criminal cubría su delito ` Anotó el teléfono, podía servir de ayuda.
Volvió con lo poco que halló, pero se confirmaba la teoría
de Michael, referente en que el cinismo del hombre daba cuenta de la
desaparición, para cubrirse de posibles sospechas, la prueba estaba a la vista,
pues seguía después de tantos años viviendo en la misma casa y quizás muy
tranquilo.
Poco podemos hacer, nadie la requirió solamente él, quizás
si pudiéremos entrar en la casa a pesar de tantos años podríamos encontrar algo
_Sí, al estar tan seguro de no ser descubierto, puede haber
dejado en la casa algo que pueda llevarnos a tener aunque más no sea, un
indicio para empezar.
_Tu que lo tienes cerca en los días que estás trata de ver
si sale todos los días a la misma hora, y a que hora regresa, así podemos estar
seguros revisando la casa..
_También tenemos el teléfono, para estar seguros que no
está.
_Bien desde mañana mismo te comisiono para que anotes sus
salidas y sus llegadas, al menos tenemos un caso.
_Sí, lo único que sin paga.
_Quien sabe, quien sabe.
TERCER
CAPÍTULO
Se puede decir que
Catherine estuvo en acecho toda la semana, el hombre no debía trabajar, pues no
salía en forma metódica como se hace cuando hay una obligación diaria que
cumplir, pero notó que el jueves colocaba una valija en el auto y no volvió.
Tan ansiosa estaba, que pasó toda la noche despierta, pero estuvo ausente ese
día el siguiente y el otro y regresó el domingo a la mañana.
Volvió a hacer lo mismo la siguiente semana y deseosa de
saber si aquello, se repetiría todo el mes, habló con Michael quien le dijo que
si eso seguía así, les daría la oportunidad de revisar la casa en su ausencia.
Después de tres semanas se decidieron y
el viernes a la noche, munidos de herramientas para abrir la puerta y amparados
por la oscuridad, para que los padres de Catherine, que tenían ventanas que
daban a esa casa no los vieran. Debía ser la de atrás. Cuando esta se abrió,
los dos se miraron un poco con miedo, un poco interrogantes ¿Qué hallarían?
Prendieron la luz, no había problemas en hacerlo, pues la
vida de su dueño no le importaba a nadie, nunca tuvo comunicación con sus vecinos
Era típicamente la casa de un hombre solo.
Un living, donde se hallaban tres sillones desgastados por
el tiempo y un televisor enfrente de ellos.
Vieron una puerta abierta a la derecha, entraron en ella,
era el dormitorio, donde la cama decía a las claras que a su dueño no le
interesaba la prolijidad., de esa habitación se pasaba a otra, donde solamente
había un escritorio, con una computadora, teléfono sobre el, amén de una silla
giratoria..
_Mira tú los cajones de la izquierda que yo haré lo mismo
con los de la derecha, dijo Michael.
Habían llevado guantes, no querían dejar huellas.
Michael sólo encontró recibos usuales, luz, agua, teléfono
de muchos meses atrás.
En cambio Catherine halló un papel con una extensa lista de
nombres, se los mostró a Michael diciéndole _Mira, estos nombres, son todos
alemanes.
El al mirarla asintió y dijo _En la vida de este hombre,
fuera del asesinato, debe haber muchas cosas sucias. Con la cámara le sacó una
foto.
Después de mirar por todos lados Michael le preguntó:
_En esta cuadra todas las casas son iguales, ¿tiene la tuya,
sótano?
_Sí, tienes razón, debemos buscarlo.
_ ¿Donde se encuentra?
_En la cocina, hay una tapa grande de madera, que mis padres
taparon con una alfombra de linoleum, que es donde papá guarda el vino para
todo el año.
_Vayamos a ver si aquí está en el mismo lugar.
Se dirigieron a la cocina y sí, sin nada que lo cubriera
vieron la tapa que les había pasado desapercibida antes.
_Ayúdame a levantarla.
Entre los dos lo hicieron y al retirarla vieron una escalera
que permitía bajar al interior del mismo, lo que vieron al bajar los
impresionó, había una especie de camastro y de su respaldo pendían unas cadenas
que terminaban en esposas.
_Habrá sido la mujer que asesinó la que estuvo aquí?
_No lo creo, pues fíjate que las esposas no están oxidadas,
en diez años no podrían estar como están estas.
_Bien pudo estar, y quizás tuvo que conseguir otras para
otra persona.
_Tienes razón, este caso se está poniendo peligroso.
_Lo que debemos de hacer ahora, es seguir a este hombre, por
algo se ausenta tantos días, volvamos de nuevo a registrar, quizás algo se nos
haya pasado desapercibido.
Repasaron todo de nuevo, hasta el botiquín del baño, que no tenía
nada inusual, pero cuando estaban haciendo lo mismo en el escritorio, Michael
vió que de las pequeñas gavetas que tenía, de una de ellas sobresalía un
minúsculo trozo de papel
Intentó sacarlo, pero con los guantes se le hacía difícil
tirar de él, podría terminar rompiéndolo
¿Qué hago? Podría romperlo si sigo tirando.
_Déjame a mí que tengo la mano más pequeña, y Catherine, con
suma delicadeza a pesar de su mano enguantada lo pudo sacar.
Cuando lo tuvieron lo abrieron, era un mapa con diversas anotaciones
de lugares
Sacaron una foto de él y volvieron a doblarlo como estaba y
a ponerlo en su lugar cuidando que quedara afuera un trocito, que fue el
detalle que hizo que lo encontraran.
No había más nada para ver, así que apagaron la luz,
cerraron bien la puerta y se retiraron con la impresión que había detrás de
ellos un misterio que sería difícil de resolver.
CUARTO
CAPÍTULO.
Era tanta la impaciencia que tenían que resolvieron que
tenían que seguirlo.
Se prepararon, pensando en todo lo necesario, imprescindible
la Lap Top. Herramientas por si había que forzar alguna puerta, linterna de
potencia, la cámara y estudiar el mapa. amén de conseguir por medio del padre
de Michael, que conocía a el embajador de Alemania en el país si conocía esos
nombres, allí mintieron, dijeron que lo encontraron en un sobre en el buzón
dirigido a un vecino al cual buscaron para llevárselo pero no lo encontraron y
pensaron que debía ser importante debido a la larga lista de nombres alemanes.
El padre de Michael los miró con suspicacia a los dos y les
dijo.
_Esto me suena a investigación ¿Qué están ustedes haciendo?
Es un trabajo profesional o se van a meter en líos.
_Mira papá, verdaderamente es algo que quizás sea grave,
pero preferimos decírtelo después que lo aclaremos, esos nombres pueden ser muy
importantes para nuestra investigación.
_No voy a pedirle nada al embajador, una por si es un
problema político y otra porque yo en mi calidad de médico, conozco muchos de
estos nombres, pues los he conocido en
congresos de distintas especialidades.
_Y en la mayoría de ellos ¿Cuál era su especialidad?
_Es curioso ¿Sabes? La mayoría químicos. Pero por favor no
se metan en problemas, ya ellos nos dieron bastantes en la terrible guerra en
la que Alemania fue tan cruel y déspota.
_Papá, prometo dejarte por escrito lo que vamos a hacer, si
demoráramos más de la cuenta, rompe el sobre y léelo.
_ ¿Y que van a hacer con el bufete? ¿Cerrarlo?
_Mira papá sinceramente desde que lo abrimos no hemos tenido
ni un caso, o sea que por dos días que estemos ausentes, no va a pasar nada.
Quizás con esto que estamos haciendo pasemos un día a la delantera.
_Bien pero déjame los datos del porqué están haciendo esto,
pues sino tu madre y yo, estaremos sobre ascuas.
_Promesa papá, de los dos
Partieron a seguir con sus preparativos para el jueves día
en que comenzarían a perseguir al que consideraban un cruel asesino.
Mientras hacían todo esto Catherine le dijo a Michael.
_ ¿Porqué, no le ponemos a su auto un rastreador, como en
las películas? Así evitaríamos perderlo o en el tráfico o mostrarnos demasiado
en lugares apartados.
_Tienes razón, yo había pensado en algo diferente, pero
podemos hacer las dos cosas.
_ ¿Cual era tu idea?
_Que lo siguiéramos los dos en nuestro respectivo auto, pues
si el se da cuenta por ejemplo que lo sigo durante largo rato se va a dar
cuenta de que está siendo seguido, pero así después de seguirlo un rato te
llamo por el celular y te digo porque calle tienes que salir y yo salgo de la
escena por otro rato, hasta que tú me llames.
_Muy bien pensado, somos buenos detectives, pero el
rastreador se lo tendrías que poner de día por que a la noche lo guarda en el
garaje.
_Bueno tú sabes a la hora que llega, me imagino que
almorzará, en ese momento lo pondré, yo estaré en tu casa, le daré un tiempo,
después me escabullo debajo del coche y lo coloco y que el sea nuestro
principal aliado en esta contienda.
_Viva por nosotros.
Llegó el día indicado, Michael pudo poner el rastreador sin
el menor problema.
Los autos ya estaban preparados, con todos los accesorios
que llevaban además de ropa y comida: en el baúl del coche pusieron dos bidones
de nafta por las dudas.
Se sentían como dos chiquillos que van a jugar a los buenos
y a los malos, pero en este caso había que tener mucha cautela, sabiendo la
catadura moral del hombre a quien iban a perseguir.
Se despidieron de sus padres los cuales intrigados no
dejaban de decirles que tuvieran cuidado. Lo dejaron que les llevara una buena
delantera y partieron.
QUINTO
CAPÍTULO
Primeramente, tomó por calles céntricas y poco a poco se fue
internando en las afueras de la ciudad, allí lo dejaron perder de vista, el
rastreador les marcaba el camino,
Cuando lo volvieron a ver, estaba parado frente a un
restauran de ruta. Ellos había llevado sándwiches y bebidas así que mientras el
perseguido comía muy cómodo ellos lo hacían en el coche.
Volvió de nuevo el seguimiento, era una carretera muy poco
transitada, se hizo tedioso el perseguimiento, de acuerdo al mapa que
consultaron y debido a la cantidad de horas que llevaban conduciendo, se
estaban acercando a Hampton, poco a poco
vieron que la
carretera se acababa, debido a un inmenso barranco y acantilados que impedían
seguir en coche, los dos se miraron, el perseguido no podía haberse esfumado,
habría escondido el coche y subió a pié, era lo que tenían que hacer ellos.
Bajaron y buscaron el auto, estaba como habían pensado,
oculto entre la maleza que muy alta lo tapaba bien.
Ellos debían hacer lo mismo, el problema que eran dos, los
ocultaron del otro lado opuesto al de él
y miraron el camino que debían seguir, era tierra dura, que por ser quizás muy
transitada por personas que querían llegar a la cima, lo habían formado.
A medida que iban subiendo vieron emerger un edificio
situado en la cima de todos esos acantilados, poco a poco lo fueron divisando
enteramente, no era un edificio antiguo, así como uno se imaginaría de acuerdo
al inmenso barranco y los acantilados, por ahora muy secos, pero que con toda
seguridad terminaban en el mar que sacudiría con fuerza las olas al pié de
ellos.
Estaban muy agitados, se sentaron y pensaron que debían de
hacer, Michael, sacó la foto que había tomado del escritorio del misterioso
hombre y lo examinó.
Estaba marcado todo el camino que habían hecho ellos y
mostraban en línea ascendente como llegar al edificio que estaba al final, allí
había una cruz y letras muy pequeñas a su lado, buscó entonces una lupa y vió
lo que decían:”Casa de reposo”.”Cielo y Mar”
Allí desalentado, le dijo a Catherine ¿Qué podemos hacer
ahora? ¿Con qué excusa podremos entrar?
¿Podríamos decir que queremos internar a mis abuelos o los
tuyos que necesitan de un lugar así.
Sí, pero quien nos dijo de este lugar.
Se me ocurre una idea, ¿Porqué no llamas a tu padre y le
cuentas nuestra situación quizás como médico sintió hablar alguna vez de este
sitio.
Tienes razón, sacó el celular y después de haberle explicado
todo, tuvo la sorpresa de que su padre conocía el lugar, hacía pocos años le
habían llevado folletos al consultorio
los cuales mostraban la comodidad que tenía el lugar lejos de todo, para
los que deseaban paz, ya sea por enfermedad o por ser personas cuya vida había
sido tan absorbente, como la de ejecutivos de empresas o altos dignatarios. Yo
envié a varios matrimonios que debido a su edad, querían estar juntos,
pero no en una casa de las llamadas de
salud, sino en un lugar como el que ofrecía ese lugar.
¡Que suerte papá, ¿Puedes darme algunos nombres? Así podremos entrar diciendo que deseamos verlo
para los abuelos de Catherine
Mientras el padre de Michael iba a consultar su lista de
pacientes, Catherine sacaba su agenda para ir anotando los nombres de los
enviados allí.
Después de anotado estos, se les ocurrió preguntar ¿Cómo
habían hecho para llegar, porque difícilmente podían subir personas ancianas o
lo que fueran, ellos eran jóvenes y les cansó el ascenso.
Muy fácil les contestó el padre, en avión, tienen pista de aterrizaje
SEXTO
CAPÍTULO
Quedaron de acuerdo que los que querían ir eran los abuelos
de Catherine.
_Les tienes que dar sus nombres verdaderos, no sean que
busquen información.
_Y ¿Si nos preguntan como supimos el camino para llegar
hasta aquí?
Que mi papá guardaba todavía folletos, yo hice un dibujo
para orientarme más y que para nosotros era una aventura, además de
interesarnos en hacer algo bueno.
_Bueno, hazlo ahora, no puedes mostrar la fotografía que
sacamos en la casa de ese hombre.
Poco después estaban pulsando el timbre que había en la
puerta de la casa que era verdaderamente residencial. Esta se abrió y dejó ver
a una linda chica vestida de enfermera, con cara de asombro les preguntó ¿Cómo
llegaron hasta aquí?
Los dos jóvenes rieron y le contestaron: Por el único posible
fuera del avión, subimos la cuesta y nos hizo bien el ejercicio.
_¿Tienen cita con algún doctor?
_No, vinimos a interesarnos, poque otras personas nos
hablaron de este lugar para pasar una vejez tranquila.
_Pero no será para ustedes ¿No?
_Por supuesto, es para mis abuelos le contestó Catherine,
¿Podemos ver al director o a quien sea para saber los precios y ver las
comodidades que dan?
_Creo que es lo mejor que puedo hacer por ustedes ya que han
llegado hasta aquí pasen y abriendo del todo la puerta los guió hasta una sala
de espera
_Le comunicaré al doctor Marcel de su llegada.
La joven se retiró y al poco rato, evidentemente sorprendido
llegó el que sería el doctor nombrado por la enfermera.
_Verdaderamente es una sorpresa, siempre acostumbramos a que
nos llamen y entonces concertar una cita.
_No pensamos en eso, vimos que era un camino difícil, pero
por eso mismo lo tomamos como una aventura. Hace muy poquito que terminamos la
universidad, y era como una excursión.
_Bien, ahora ¿Pueden decirme de que se trata?
Tomó la palabra Catherine contándole que sus abuelos
deseaban estar sus últimos años en un lugar agradable, no en esas que se dicen
casa de salud y nadie sabe lo que se oculta detrás de ellas, supieron por el
padre de Michael que el había aconsejado a varios matrimonios a ir allí gracias
a los folletos que tenía y en los cuales se contaba la ventaja de estar en un
lugar con toda clase de comodidades y con vista al mar.
_¿Pueden decirme los nombres de los que según su padre
vinieron aquí?
_Naturalmente, los escribí para no olvidarme, y a
continuación le dio lo requerido.
_Esperen un momento les dijo, tocó un timbre, apareció la enfermera y le pidió que trajera
el registro de los internados , cuando esta lo trajo, pidió nuevamente los
nombres, buscándolos en el libro que tenía adelante, pasó hoja tras hoja hasta
que finalmente encontró algunos de los nombres dado por Catherine.
Bien, veo que me han dicho la verdad, pasaré a informarles
todo los requisitos para entrar aquí. En este lugar ya no precisan atención
médica de afuera, porque aquí se brinda todo lo que precisen, lo que sea, hay
todo tipo de distracción para aquellos que puedan y quieran entretenerse, si
son matrimonios, se les dá una habitación solamente para ellos con baño
privado, si son solos y quieren seguir solos también o si quieren tener una
compañía se les dá una habitación para dos Hay sala de televisión también de
billar, de lectura, de juegos, cartas, ajedrez, en fin, que hay mucho más pero
con eso tienen una idea de lo que
ofrecemos.
_Verdaderamente, ideal para mis abuelos, pero ahora viene lo
más importante…el precio.
_Es alto, pero creo que si lo pueden pagar no se arrepentirán,
siendo para dos asciende a 30.000 dólares mensuales.
_Bueno tendríamos que decirles a ellos aunque creo que mis
padres los ayudarían, ¿podría mostrarnos las dependencias?
_ Como no, volvió a
pulsar el timbre acudiendo la enfermera
_Señorita, sírvase mostrarle todas las instalaciones del
complejo a estos jóvenes
_Ah! Perdón doctor, como podríamos saber donde tomar el
avión?
_Si sus abuelos resuelven venir, yo les doy un número para
que les reserven un lugar en el avión nuestro que parte del aeropuerto John
Kennedy
_Bien, muchas gracias por todo.
Siguieron a la enfermera que fue mostrándole primero las
habitaciones, verdaderamente hermosas y alegres, con lindos cobertores en las
camas y cortinas haciendo juego, después las salas de juegos donde había ya
bastantes parejas jugando a todo lo dicho por el médico.
_Bien realmente nos vamos muy satisfechos, es ideal para mis
abuelos dijo Catherine, la pena que tengamos que bajar la pendiente ahora que
hay poca luz.
_Si quieren quedarse a pasar la noche, hay un retiro
especial para familiares, abonando 1000 dólares.
_ ¿Aceptan cheques? Porque no pensé en traer esa suma.
_ ¿Me permite la chequera?
_Por supuesto.
Michael la extrajo de su chaqueta y se la entregó
La enfermera se retiró con ella y al rato vino y le dijo que
sí, que era aceptado el cheque., devolviéndola y Michael entonces le preguntó a
nombre de quien lo endosaba y esta le dijo “Casa de reposo “ “Cielo y Mar”
Después de hacerlo se lo entregó.
La joven entonces los guió a lo que parecía una obra que fue
adosada no hacía mucho tiempo, siguió por un corredor donde había puertas con
números sobre ellas y se detuvo en la 36, aquí encontrarán todo lo que
precisen, si desean bañarse, tomar algo, hay una heladera que contiene muchas
cosas y un micro ondas para calentar también.
Los jóvenes entraron, le dieron las gracias y cerraron la
puerta tras ellos.
Cuando lo hicieron se miraron incrédulos, aquello era fantástico,
pero en que lugar encajaba el hombre que siguieron, no lo vieron para nada.
_Ya que pagamos demasiado por esta comodidad, vamos a ver lo
que hay para comer y después de hacerlo, descansar, pues cuando ya esté todo
quieto saldré a ver lo que hay por sitios donde no nos llevaron.
_Yo también iré contigo.
_No, tu te quedas aquí, puede haber peligro.
_Pero quien te va a cuidar las espaldas? Ponemos almohadas
en las camas por si alguien viene y veremos si encontramos a ese señor que nos
dá tanto trabajo.
CAPÍTULO SEPTIMO
Encontraron que había comida excelente en la heladera, la
comieron fría, pero tomaron café bien caliente. Prendieron la televisión
esperando que se hiciera una hora adecuada para deslizarse por los pasillos.
Cuando el reloj daba las dos, abrieron la puerta despacito y salieron, Michael
ya le había dicho a Catherine que pensaba bajar por donde había venido el
médico, o sea que tendría un laboratorio debajo del primer piso.
Era un corredor largo y frío, al final se veían unas puertas
muy anchas con vidrios opacos.
_No podremos ver nada, y si alguien sale, nos van a ver
enseguida.
_Paciencia, quizás esas puertas nos lleven a otro lugar y no
hay nadie detrás de ellas.
_Probemos a abrirla un poco a ver que se ve.
La entreabrieron apenas unos centímetros y tuvieron suerte,
seguía otro corredor en el cual se
encontraban muchas puertas.
Sintieron voces, se acercaron al lugar de donde provenían
las mismas y trataron de escuchar, pero hablaban en alemán.
En un susurro le dijo, si que la hicimos bien, no sabemos su
idioma.
¿Quién te dijo que no sé alemán? ¿Porque te pedí ayuda para
estudiar? porque mi padre quería a toda costa que aprendiera alemán, porque si
tenía que ir algún congreso alemán que a él le interesaban mucho, yo era su
traductor.
_Bueno, me alegro pero no hablemos mucho, porque corremos el
riesgo de que nos sientan, y presta atención a ver que dicen
Por la cara que ponía Michael, era algo muy serio lo que se
hablaba allí, de pronto se sintió el ruido de una silla, como de que alguien se
levantaba, entonces tomó la mano de Catherine y se apresuraron a salir.
Llegaron a su dormitorio agitados y Michael muy preocupado.
_Cuéntame cuéntame lo que oíste allí, que tienes una cara de
susto que me asusta a mí.
Están queriendo llevar a cabo un plan monstruoso, han
inventado una formula que consiste en un gas, que si lo echan a la corriente de
nuestro principal abastecedor de agua, moriría cantidad de gente., y lo harían
de prueba aquí en los Estados Unidos, para luego seguir en Francia y demás
países para adueñarse del mundo
Están queriendo hacer lo que quiso hacer Hitler, como es
posible que siga habiendo gente adicta a él.
Nunca se exterminó del todo el movimiento nazista.
Y dime ¿tuviste oportunidad de ver al hombre que
perseguimos?
Sabes que no, dí una mirada rápida a todos los que estaban
allí, pero a él no lo ví.
Pensar que usan esto como un hogar para personas las
mayorías ancianas, para encubrir sus experimentos y nada menos que doctores,
químicos de renombre, si esto se supiera el gobierno tiraría bombas por medio
de aviones para terminar con este antro alemán, pero en él morirían personas
inocentes.
Pero sigo pensando en nuestro hombre, quizás no venga para
mezclarse en este horrible plan, pero ¿A que viene? Y nosotros ¿Que haremos ¿
Nos iremos mañana como dijimos, o nos quedamos para tratar de ver si
averiguamos más
_Por un lado me gustaría conversarlo con mi padre y por otro
me gustaría quedarme para poder llevar bien seguros los planes de esta gente
¿Cuándo piensan comenzar a hacer eso tan horrible, como es envenenar el agua?
_Pero ¿si nos quedáramos donde podríamos estar?
_Aquí.
-Pero tienes tantos dólares, como para pagar mil por día?
La verdad que no, por eso, es mejor volver, para darle
cuenta de todo esto a mi padre y traerlos a ellos, acompañados por nosotros en
el avión que le pertenece al hogar”Mar y cielo”
Pero nosotros dijimos que eran para mis abuelos, no para tus
padres
_Sí, pero yo sé que a mis padres les gusta la aventura y son
bastantes mayores como pasar por mis abuelos, y los tuyos pueden darle los
papeles que los acrediten en sus nuevos papeles.
_Pero los vas a poner en peligro.
_Cuando sepan lo que están haciendo aquí en contra de
nuestro país, vienen enseguida, sin pestañear.
_Bien entonces está decidido, nos vamos mañana.
_Si y ahora a dormir, que nos espera un largo viaje.
_A la mañana siguiente se despertaron un poco tarde, debido
a la hora en que lograron dormirse, se despidieron de la enfermera, quien les
dio la tarjeta del hogar para que se pudieran comunicar para obtener pasajes
para el avión.
La pendiente se hizo fácil, buscaron los autos, Michael les
puso nafta a los dos, pero antes de subir fueron a ver si estaba el del hombre
misterioso…y estaba.
_Esto sí que no tiene nada de claro, vinimos detrás de él,
nos enteramos de cosas peligrosas, pero de esa persona nos vamos sin saber
nada.
OCTAVO
CAPÍTULO
Ya en su casa, Michael contóle a su padre todo lo escuchado
en el laboratorio que tenían en el subsuelo todos aquellos científicos que
amenazaban con envenenar a todo el país, con el gas que habían descubierto. Y
le contó de su plan, pero su padre no estuvo de acuerdo.
_Esto es demasiado serio para que nosotros que no somos nada
podamos resolver. Tendremos que llevarlo a las autoridades más competentes,
para que sean ellos los que resuelvan.
_ ¿A quien crees que debamos de acudir¿ a la policía no? a
ellos no les compete esto.
_Iremos a ver al decano de la universidad, posiblemente nos
lleve ante el juez que debe entender en esto.
A la mañana siguiente, después de pedir audiencia, fueron
los tres a buscar a quien pudiera solucionar un problema que si en realidad lo
hacían iba a ser catastrófico.
El decano sintió todo con gran seriedad y dijo:
Nuestro próximo paso, será la casa de gobierno, allí con la
seriedad del caso nos atenderán enseguida. El propio presidente dejó todo lo
que tenía entre manos cuando supo que el decano de la universidad lo requería
con urgencia y al enterarse del inmenso problema, llamó al jefe de las fuerzas
armadas, quien sugirió que sería necesario el FBI., Pero los jóvenes dijeron
que había cantidad de personas inocentes que iban a morir sin tener porque, y
después de eso expusieron su idea, de volver ellos con abuelos ficticios
a tratar al menos de ir advirtiendo de a poco a los ancianos
que se fueran retirando con buenas excusas, para no despertar sospechas.
_No está mala la idea, irían acompañados de personal
experimentado, haciéndose pasar por sus abuelos a quienes les tendremos que
hacer los papeles correspondientes.
Todo se puso en práctica, a los pocos días le fueron
presentados sus “abuelos” los cuales eran una pareja del FBI., maquillados como
personas mayores. Estuvieron unos días hablando con ellos para que pudieran
sentirse nietos porque no era cosa que por cualquier motivo se dieran cuenta,
que estaban representando una comedia y fueran las primeras victimas
Después de tener todo arreglado, hicieron las maletas,
llamaron para pedir los pasajes en el avión y se les comunicó que el próximo
los esperaba en el aeropuerto a las 18 horas.
Los padres de Michael y Catherine, nerviosos, los llenaban
de consejos, pensar decían que si Catherine no hubiera visto a aquel hombre
enterrando a su mujer, nadie se habría enterado de esto.
_No crees mamá, fue una suerte, pues en medio de todo
gracias al deseo de ella de vengar a esa pobre mujer que yace debajo de ese
gran edificio, nunca se nos hubiera ocurrido seguirlo y saber el gran peligro
por el que corre nuestra gran nación.
_Tienes razón, pero yo como madre y la de Catherine también
tenemos miedo.
Llegó el sábado y después de revisarle los papeles, les
permitieron subir al avión.
Como el viaje era corto, y dentro del mismo país, no
precisaba mucho trámite.
El avión se elevó y Catherine apretó la mano de Michael, en
un gesto de aprensión y ternura, con la tensión natural que provocaba el
peligro que iban a enfrentar.
NOVENO
CAPÍTULO
El avión estaba descendiendo en una pista de buenas dimensiones,
sólo viajaban ellos cuatro, bajaron la escalerilla y los esperaba al final de
ella la misma enfermera que los había atendido la vez anterior.
Los saludó con simpatía, presentaron a sus abuelos, diciéndole
que querrían que se quedaran sus nietos
un tiempo con ellos hasta ver si se hallaban cómodos, sino extrañarían ¿Podría
ser posible?
_Ya lo creo, recuerdan que la otra vez se quedaron, muchos
familiares que vienen a ver a sus padres o abuelos como ustedes casi siempre se
quedan unos cuantos días, por eso se hizo un anexo al sanatorio para la
familia., lo que sí que tienen que pagar.
_Bien lo pagaremos con gusto, pues era muy buena la
comodidad que tuvimos.
Había una camioneta donde los hicieron subir y los
trasladaron en ella hasta las puertas del residencial.
Al entrar en él, estaba el Doctor Marcel que les dio la
bienvenida a los cuatro y que esperaba, se sintieran los abuelos a gusto y
nuevamente le pidió a la enfermera que los guiara para que vieran lo que
ofrecía el sanatorio y después que los llevara a su escritorio para
registrarlos en el libro como nuevos residentes y arreglar todo lo concerniente
al pago. Luego de dicho esto, se retiró, bajando por las escaleras a la planta
baja.
La enfermera hizo lo que la otra vez, mostrándoles como
había cantidad de salas de juego para entretenerse, y luego los llevó por el
corredor donde habían estado los jóvenes, que tomaban del brazo a sus abuelos
diciéndoles lo mucho que se iban a entretener allí.. Llegaron al número 38 y
les abrió la puerta, esta es les dijo para el matrimonio y al lado en la 36
como la otra vez ustedes, así están
cerca de ellos.
La cena se sirve a las ocho en punto, no sé si quieren pasar
al escritorio a registrarse ahora o después de la cena.
Creo dijo el “abuelo” que es preferible arreglar las cuentas
primero, guíenos al escritorio
Al volver ya era la hora de la cena, fueron hasta el
comedor, buscaron una mesa que tuviera a su lado una ventana que diera al mar.
No se podía pedir más, el ambiente cálido, música suave y
los demás residentes en alegres charlas.
Después de ubicarse mientras esperaban que los sirvieran,
Catherine dio una mirada a su alrededor, de pronto sus ojos se agrandaron, en
la mesa que estaba frente a ella estaba el misterioso vecino.
No pertenecía entonces al grupo nazista, o quizás se
confundía entre todos los residentes para averiguar de ellos.
Cuando se lo comunicó a sus compañeros se sorprendieron y
disimulando lo miraron.
Los agentes del F.B.I.Lucy
Cambel y Carlos Smith dijeron que al menos no estaba en la galería de
los buscados.
CAPÍTULO
DÉCIMO.
Ya, en el dormitorio de “Los Abuelos” todo era un debate de
ideas, si era mejor ir esa misma noche al laboratorio a tratar de escuchar lo
hablado allí de lo que estaban haciendo o esperar al día siguiente, por las
dudas como nuevos residentes.
Primó la idea de dejarlo para la noche siguiente.Era mejor
por las duda ejercieran vigilancia sobre la gente nueva.
Se integraron a los demás en mesas de juegos, pasando el día
en un clima que en verdad era ameno y agradable para la gente mayor que ya ha
cumplido con toda una vida, de trabajo , de familia y que ahora ni los hijos ni
los nietos tienen tiempo para ellos..
La misma enfermera se acercó a preguntarle como se sentían y
le contestaron que mejor imposible.
Sino supiéramos lo que se esconde tras todo esto, en verdad
que es encantador ver a las personas disfrutando de todo como una gran familia,
dijo Lucy, .pero lamentablemente tenemos que llegar al fondo de la verdad.
Llegó la noche, se aprontaron para salir a eso de las dos de
la mañana, llevando a Michael, para que les enseñara el camino, a Catherine le
dijeron que no debía ir, que para eso habían venido ellos, que tuviera el
televisor prendido, para dar la idea que estaban mirándolo, que al rato
enviarían a Michael porque a él tampoco lo querían en un estado de peligro que podía
surgir..
Pero ellos no sabían como era ella, dejó pasar una media
hora, se vistió toda de negro y se colgó en la espalda la mochila con todo lo
que consideró necesario. Se encaminó hacia las escaleras que llevaban al
laboratorio, pasó la puerta ancha y no los vió ¿Dónde estarían? Todo estaba en
silencio. La posibilidad de que estuvieran adentro imposible a menos que esa
noche no se hubieran reunido y entonces tuvieran la oportunidad de registrar
todo lo que pudieran. Salió por la puerta que daba al acantilado, esperando a
ver si en un rato salían o si había pasado algo, de pronto alguien con fuerza
la tomó de atrás, diciendo “Maldita muchacha” esa voz la conocía, era la de la
enfermera, mientras trataba de arrastrarla hasta el borde del acantilado gritaba
en alemán, quien sabe que cosas, trató
de resistirse, pero las fuerzas de esa mujer acrecentadas por el odio que se
notaba en la voz podían más que ella, se tomó del borde con todas sus fuerzas,
pero sentía que sus manos resbalaban y que no iba a poder evitar ser empujada
al fondo del mismo, de pronto sintió que una manos tiraban de ella hacia abajo
y sintió una apagada voz que le decía “déjese caer que la sostengo” pegó un
grito y a la verdad que se dejó caer porque ya no resistía más., Cayó pero alguien la sostuvo pegada a la pared. La
enfermera miró hacia abajo y con una carcajada dijo, eso te pasa por meterte en
lo que no debes” y se fue convencida de que había cumplido con su alevoso acto.
Debido a la oscuridad, Catherine n o podía ver la cara de su
salvador, pero él se dio a conocer, soy el hombre a quien usted ha perseguido
tanto, al que cree que puso a su esposa debajo de los cimientos del edificio,
pero después arreglaremos eso, ahora hay que tratar de subir.
Catherine, no estaba en condiciones de discernir las cosas
que le estaban pasando y que todavía estaba colgando hacia la profundidad del
acantilado, el hombre le dijo, trate de afirmar el pié sobre la roca, yo la
sostengo, bien ahora el otro, amparada por la seguridad que le daba la fuerza
del que siempre consideró como un enemigo, seguía todas sus indicaciones, no
era fácil, no había muchas salientes en esas rocas, falló dos o tres veces,
pero él se las arregló para no dejarla caer, cuando llegaron a la cima estaban
desfallecidos los dos..
Cuando estuvieron en condiciones de hablar, este le dijo:
usted creyó sinceramente que era yo, quien hizo una cosa tan detestable como
enterrar a mi esposa, para que los cimientos del edificio la dejaran sepultada
para siempre, pero no fui yo, fue mi hermano gemelo Adolfo, volvió de Alemania
cuando ya hacía unos cuantos años de estar viviendo aquí nosotros, que lo único
que queríamos era olvidar todo lo sucedido en nuestro país, pero a él, parecía
que le hubieran lavado el cerebro, sólo pensaba en reclutar gente adicta a el
partido que cada ves se hacía más grande, entonces le pedimos que se fuera de
nuestra casa, que nosotros ya habíamos sufrido bastante bajo el gobierno
nazista y que vivíamos en un país libre y que queríamos seguir viviendo así.
Una noche mientras estábamos dormidos, pusieron cloroformo
en nuestras narices para que no gritáramos y nos llevaron al sótano, donde nos
encadenaron a una mugrienta cama, pero a mi esposa lamentablemente el
cloroformo que le aplicaron fue demasiado fuerte, ella sufría de enfermedad
respiratoria y ya no despertó más.
El me dijo sonriendo lo que iba a hacer con el cuerpo de
ella, va a quedar para la posteridad me dijo, pues nunca la sacarán de debajo
de los cimientos del edificio donde la voy a colocar.
Se puede imaginar todo lo que sufrí, llevábamos un vida
simple, hogareña, pero nos sentíamos felices y que fuera mi propio hermano el
que destrozó todo aquello,
Me tuvo encadenado por años, haciéndose pasar por mí, nadie
se daba cuenta porque en vida de mi esposa, no habíamos tenido oportunidad de
granjearnos simpatía entre los vecinos, debido a la cruenta guerra que nos
hacía antipáticos ante la gente, para evitar todo eso, nos concretamos a llevar
una vida tranquila.
El había estudiado medicina en nuestro país revalidó sus
estudios y se recibió de doctor en pocos años. Debo confesar aunque lo odie que
es muy inteligente, y desde su graduación se dedicó, a reclutar a doctores
especializados en química, biología y todo lo que hiciera posible formar un
laboratorio donde se pudieran especializar en seguir un estudio que comenzó a
desarrollar él, así llegaron a tener la
idea de hacer un edificio que escondiera sus propósitos, ¿Qué mejor uno en la
cima de un acantilado para personas mayores, a los cuales sus hijos o nietos se
negaban a cuidar poniéndolos en esos hogares que sólo son el preámbulo de la
muerte? Se eligió lo mejor, todos tenían fortunas considerables y no nos
olvidemos la tarifa alta que pusieron y los que podían darse el gusto de
pagarla lo hacían con mucho gusto. Podían trabajar con toda calma en un sitio
como ese, hasta tenían pista de aterrizaje y avión propio para el traslado de
los futuros residentes.
No les llevó mucho tiempo hacer todo eso, porque cuando hay
dinero todo se hace rápido, él se iba los jueves y volvía los domingos, como no
retornaba en tres día, me dejaba libre pero colocaba algo muy pesado sobre la
tapa del sótano para que no pudiera escapar, el último mes me cambió las
esposas con las cuales me tenía atado a la cama, sólo me libraba de ellas para
el baño, y cuando me puso las nuevas yo traté de endurecer las manos, después
que él se fue, fui haciendo fuerzas con las mismas que después de tanto tiempo
de comer como comí y la vida que estaba llevando habían quedado delgadas, no me
llevó mucho tiempo despojarme de ellas.
Cuando levanté la tapa del sótano, me sentí libre, libre
para vengarme, y fue así que como un hombre nuevo, llegué hasta donde ustedes
encontraron el auto que robé para llegar
hasta allí.
Entonces, Catherine le preguntó ¿Cómo sabía que lo
perseguíamos?
_No lo supe por mí, lo supe por mi hermano, que me dijo, hay
una vecinita que está haciendo muchas preguntas sobre mí, en el archivo, o sea
sobre ti, si está tratando de averiguar algo se va a encontrar con la horma de
su zapato.
_¿Y cómo se pudo enterar?
_Porque la organización tiene adeptos en todas partes.
_Así que cuando fuimos a interesarnos por los precios aduciendo que era para mis
abuelos, ¿Lo sabían todo?
_Sí, y que también trajeron gente de la FBI.
_Y ¿Qué va a suceder con ellos y con mi compañero Michael?
-Lamentablemente no lo sé, pero pienso que van a tratar de
llevarse la formula y abandonar el edificio si es que no intentar hacerlo
volar.
_ ¿Y quien es su hermano aquí?
_ ¿No se dio cuenta, es el doctor que los atendió todas las
veces.
_Que haremos? Quizás sería bueno escapar y que venga el
escuadrón de la FBI
_Mientras ellos llegan, quizás maten a los tres que han
hecho prisioneros, quemados todos sus papeles comprometedores o como decía
antes volar el edificio sin importarles la gente inocente que hay en él.
_ ¿Y si hablara por el celular para avisarles, a ellos o al
padre de Michael que lo sabe todo?
_Correcto llámelo a él, yo estuve tanto tiempo encerrado que
sólo pensé en la venganza y eso a mí no me servía para nada, ¿A quien iba a
llamar yo?
_ Voy a ver si con la caída no se ha dañado, dá libre, ¡Que
suerte
Catherine habló con el padre de Michael explicándole todo,
que avisara a quien hubiera que avisar antes que todo ese grupo de científicos
malvados se les ocurriera la idea de hacer volar todo.
_Y ahora ¿Qué hacemos nosotros?
_ A usted la dan por muerta, de mí ni saben que estoy aquí
porque me entreveré con todos los pensionistas subiendo por el acantilado, así
que buscaremos despaciosamente a los tres desaparecidos.
Salieron por la puerta que comunicaba el exterior con el interior,
allí estaba el laboratorio, pero estaba en silencio ¿Ya habrían sacado lo
comprometedor y la receta del gas? Entraron sigilosamente, al parecer no había
nadie haciendo ningún trabajo, pero se llevaron una gran sorpresa, detrás de la
mampara donde trabajaban con sus experimentos, se encontraron con los tres
buscados fuertemente atados y en el medio se encontraba Michael con un
dispositivo de bomba asegurado a su cuerpo.
Catherine corrió pero Carl, que ese era el nombre de su
salvador la detuvo diciéndole, no se puede tocar, sólo sabiendo desarmarla se
puede evitar que estalle
Entonces sacó la mordaza a los otros dos y les preguntó si
ellos sabrían.
Afortunadamente sí, desáteme y veré si está dentro de mis
habilidades hacerlo, dijo Carlos Cambel
Desataron a la otra agente y aguardaron con inquietud lo que
decía el agente.
Desgraciadamente, esta es una bomba de tiempo sincronizado,
va a estallar a las cinco, tenemos poco tiempo y de este tipo no había visto
ninguna.
No puede pedir ayuda a la central del FBI. preguntó
Catherine
-¿Con que medios?
_Con mi celular, ¿no puede llamar a alguien que le dé
instrucciones?
_Ciertamente que puedo, nos sacaron todo el equipo que
habíamos traído, pensando en una contingencia como esta, pero veremos si
poniéndonos en contacto con el equipo de bombas nos ayudan
_Llamó, explicó y quedó a la espera de instrucciones
El que daba las explicaciones por medio del celular, le dijo
que se fijara de qué color eran los cables. Este le contestó que eran blancos,
rojos y amarillos.
¿Tiene pinzas a mano?
El agente miró a ver si veía alguna en el laboratorio y le
contestó que no.
-La agente no tiene pinza de cejas?
En ese momento Catherine gritó yo, yo tengo, buscó febrilmente
en la mochila que llevaba a la espalda que afortunadamente no se había salido
de ella durante la caída
_Bien, muy despacio trate de separar la blanca de las otras
dos, esperó un segundo y nuevamente preguntó, ¿Pudo hacerlo?
_Si, ¿y ahora?
_Ahora con mucho cuidado trate de levantar el cable colo…y
allí se extinguió la voz
¿Qué pasó gritaron
todos, se quedaron mirando el celular, no tenía más batería.
_ ¿Que hacemos?
_Usted que sabía desarmar bombas aunque esta sea distinta
una idea debe de tener, dijo Catherine.
_Sí, pero nunca me tocó una igual a esta, si saco la
equivocada morimos todos.
_Y sino la saca también porque faltan tres minutos para las
cinco o se anima o volamos todos.
Michael habló, yo soy el que lleva la bomba puesta, así que
yo decido por mí, separe la amarilla y el que pueda correr que corra, porque
todavía les quedan dos minutos
Nadie se movió y Catherine en un impulso tomó la pinza y
delicadamente separó la amarilla.
Todos enmudecieron, el silencio cortaba la respiración como
si fuera un cuchillo
El reloj marcó las cinco todos cerraron los ojos., más nada
pasó se había separado el color correcto.
Al ver que no habían volado por los aires, todos fueron a
tratar de sacarle la bomba a Michael.
_Como supiste que era la amarilla?
_No lo supe, pero en la última película que ví, Roky estaba
en una situación igual a esta y también eligió la amarilla.
Todos rieron.
CAPÍTULO UNDÉCIMO
Corrieron por el corredor, se sentían los helicópteros que
estaban bajando., los oficiales
se adelantaron para prevenir a sus compañeros que no
dispararan, que con toda seguridad habían huido, los principales de esa macabra
organización y que no había que asustar a los residentes, pero estos no habían
tenido tiempo, con el afán de llevarse todo el dinero demoraron su salida en su
avión y aunque ya había, casi, emprendido vuelo, fueron rodeados para
impedirles el despegue por toda la fuerza aérea..
Con ellos venía el padre de Michael, abrazó a su hijo
diciéndole, por poco te pierdo, este a pesar de todos los nervios que había
pasado, le dijo a su padre, papá ¿Por qué no te haces cargo de un sanatorio de
esta clase, mira esa gente, cuantos lloran porque si se tienen que ir no tienen
donde, quizás vendieron todo lo que tenían para poder pagar la enorme suma que
le pedían aquí, pero estaban felices, tu podrías formar con varios médicos de
especialidades distintas una sociedad que pudieran ser atendidos como lo
estuvieran hasta ahora.
Pero y mi casa y tu mamá?
_Pues se vienen a vivir aquí, que es un hermoso lugar, estoy
seguro que mamá estaría feliz.
_No es mala la idea, sobre todo teniendo en cuenta, la
seguridad de esta gente que aunque tengan dinero, le falta lo principal,
cariño, interés de sus familiares por ellos. Vamos a anunciársela, yo sé de
muchos colegas que están a disgusto en “Casas de salud y se trasladarían con
gusto aquí, pues hasta tienen comodidad para vivir.
El padre de Michael pidió a todos que se reunieran en el
comedor, que les iba a hacer un anuncio, allí les comentó la idea de lo hablado
con su hijo y que todo seguiría igual, si ellos estaban de acuerdo. Como
respuesta todos aplaudieron.
Bien ahora nos vamos, pero vendremos con todo lo necesario,
para comenzar ayudados por el comité de salud. Les pedimos a las personas que
puedan ayudar a quienes lo precisen que brinden su ayuda hasta que volvamos con
todo lo que haga falta.
EPÍLOGO.
Ya han pasado dos meses, en ese período de tiempo han pasado
muchas cosas.
El cadáver de la esposa de Carl, fue desenterrado, estaba en
la entrada principal, no había problemas para hacerlo, muchas personas lo
acompañaron a colocar la urna en un
nicho del cementerio, donde ya a pedido de Catherine estaba escrito su nombre y
la fecha de su fallecimiento, ella se sentía como que había cumplido con la
promesa que se hizo a si misma la noche que vió lo horrible de aquel hecho.
Los diarios habían dado sensacionalismo a lo ocurrido, una
joven abogada presenció un hecho terrible de niña y estudió abogacía, para así,
poder desenmascarar a quien lo hiciera y no sólo descubrió al criminal sino que
con su amigo también abogado Michael Taylor
desbarató un complot de movimiento nazi, que buscaba envenenar el agua de
nuestro país para adueñarse de él.
El bufete de Catherine Oliver y Michael Taylor, se vió
asaltado de cantidad de gente, que viendo la inteligencia de esos dos jóvenes
no dudaban en poner en sus manos sus asuntos legales. Tomaron a Carl como
ayudante, quien se convirtió en un muy buen amigo y colaborador de la pareja
El sanatorio siguió como siempre dándole oportunidad a
cantidad de jóvenes médicos y su tarifa fue bastante reducida
En un aparte de su vida de mucho movimiento le dijo Michael
a Catherine.
_ ¿Recuerdas cuando me dijiste que con este asunto no íbamos
a ganar nada más que la satisfacción de descubrir al criminal lo que yo te
dije?
_Como olvidarlo ¿Quién sabe? ¿Quién sabe?
FIN.
AUTORA: Gladys Murissich.
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