La Autora


Yo no estudie literatura.

Cuando quisehacerlo,encontré que mis

versos tenían que tener métrica, métricaque no dejaban

expresar mis sentimientos, apresándolos en ella, así que

escribí sintiéndome como un ave, volando con las alas leves,

sutiles, con fulgores áureos hacia un mundo arcano plegando

el vuelo en el espacio azul e infinito.

lunes, 15 de julio de 2013

DIEZ AÑOS DESPUÉS.




 


Catherine, buscaba a su perrita Candy, esta le estaba haciendo problemas con el vecino que de simpático no tenía nada,  tenía miedo que un día se dejara llevar por la antipatía que le tenía a la misma y la matara, sus ladridos la habían llevado hasta el lugar donde se iba a comenzar una enorme construcción de 40 pisos, justito la vió cuando iba a ladrar, la tomó entre sus brazos tapándole la boca primero, pero se quedó mirando algo que la dejó atónita, la luz de la luna en su faz de luna llena iluminaba perfectamente el lugar y entonces vió:  el malvado vecino llevaba el cuerpo de una mujer en sus brazos, la depositó en el suelo, luego buscó una pala y allí donde estaban las zanjas que al otro día iban a ser rellenadas para el cimiento del edificio, cavó y cavó, luego levantó el cuerpo inerte, la colocó en el foso que había hecho y lo volvió a cubrir con la misma tierra que había cavado .Al otro día sobre esa tierra iban a ser colocados, los pilares para la construcción o sea que ese cuerpo jamás sería descubierto.
Catherine pensó, no le iba a decir a nadie lo que había visto pues ella era una niña de 14 años y quizás pudiera ese hombre vengarse en ella o en sus padres, Lo mejor era esperar.
En ese momento supo lo que quería estudiar para desenterrar ese caso cuando estuviera preparada….abogacía.


                                             SEGUNDO CAPÍTULO.


Los años fueron pasando despacio, la perrita tan querida murió, los estudios se hacían cada vez más difíciles, pero había un empecinamiento tan grande en Catherine, que salvaba todos los exámenes sin tropiezo, Ella sabía porque quería tener el título.
El vecino, seguía viviendo en el mismo lugar, no era un hombre viejo todavía, Catherine, tenía una agenda especial en la cual por alfabeto trataba de poner todo lo que había visto, la fecha y el nombre del edificio, que hacía mucho estaba terminado, averiguó el nombre del vecino robando un recibo de luz, colocándolo después en el buzón..
También pensaba como tendría que hacer una vez que tuviera el título, para acusarlo después de tantos años .A todo esto un compañero de estudios, le pidió sino podía estudiar con ella pues veía la facilidad que tenía y que a él le faltaba
Catherine aceptó encantada, era más ameno, el estudio, charlando un poco y tomando una tacita de café de tanto en tanto.
Llegó el momento de recibir los diplomas, vestidos con togas y birretes ascendieron a donde se encontraban los profesores y el Decano de la Universidad, quien en persona les dio el mismo felicitándolos y que honraran la  ley y el orden, como lo habían jurado en el instante de recibirse
Sus padres orgullosos los abrazaron y les dijeron que tenían un regalo para los dos
Subieron todos en sus respectivos coches y pararon frente a un comercio con grandes ventanales, que ostentaban en letras negras lo siguiente.
Michael Taylor _Catherine Oliver
Abogados criminalistas.
Divorcios, tenencias, sucesiones y todo trámite legal.
Cuando Catherine y Michael vieron esto, abrazaron a sus padres, ellos habían pensado entrar en algún bufete, hasta adquirir practica, pero con esto debían empezar de cero, con sus propias habilidades hacerse conocer
Entraron, todo estaba perfecto, había un escritorio, sobre él una computadora y teléfono para la secretaria, a ese salón de espera se abrían dos puertas que ostentaban sobre sus puertas el nombre de cada uno de ellos y al entrar, también un escritorio, computadora y teléfono amén de un sillón detrás del escritorio y delante, dos, se había pensado en todo, el problema que acudieran clientes.
Y fue así, pasaba el tiempo, y todavía no habían conseguido  ningún trámite por sencillo que fuera para sentirse competentes en lo que hacían.
Una tarde, consumidos por el hastío de la espera, Catherine resolvió contarle a Michael lo que había visto tantos años atrás y lo que la impulsó a seguir esa carrera.
Este muy sorprendido le preguntó porque no había denunciado el hecho.
_ ¿Tú lo habrías hecho teniendo catorce años, sabiendo que si ese hombre había sido capaz de lo que yo estaba viendo, no sería también capaz de matarme a mí y quizás a mis padres, porque fui testigo de su criminal acción?
_Tienes razón, pero ahora habría que iniciar muchas cosas.
_ ¿Cómo cuales?
_Ir al registro civil, ya que tienes su identidad, saber de donde procede, porque puede ser de este país o no, si así fuera, saber si vino soltero o casado y si era casado averiguar el nombre de su esposa.
¿Ya que no tenemos ningún caso poque no lo hacemos ahora?
_ No conviene cerrar el bufete, porque indicaría decadencia en el mismo, esta vez voy yo y en el próximo paso que demos irás tú.
Michael llevó anotado el nombre que le dio Catherine y salió en dirección al Registro Civil. Por ser abogado enseguida obtuvo lo pedido, encontró que el hombre era de origen alemán habiendo obtenido su ciudadanía cinco años después de ingresado al país.
Casado con Ingrid Bergman, alemana también.
Volvió al encuentro de Catherine que aguardaba ansiosa el resultado de esa pesquisa.
-Al saberlo, le dijo que nunca vió ninguna mujer en la casa, a no ser que fuera enferma o que él por el hecho de haberla enterrado como lo hizo, la hubiera tenido prisionera y luego asesinada.
_ Mira dijo Michael si después de tantos años pudiéramos probar su crimen. Nos queda otra cosa por hacer, ir a la biblioteca Nacional y pedir los periódicos de aquella fecha, ya que tuviste el acierto de anotar todo, esta vez vas tú.
_¿Que te parece que tendría que buscar?
_Mirar si hay alguna defunción con el nombre de ella o si estaba buscada como persona desaparecida. También puedes mirar en meses anteriores por las dudas.
_Bien, me llevo mi agenda para seguir anotando todo lo relativo a este caso.
_Me ha gustado que me cuentes este hecho, mira si logramos descubrir un asesinato ocurrido hace tantos años, ahí sí que nos iríamos para arriba
_Yo lo he guardado por tantos años, no pensando en alguna fama personal, lo quiero hacer porque viví el momento de aquel hombre cavando y depositando el cadáver como si fuera una piedra en vez de una persona, sabiendo que toneladas de cemento caerían sobre ella. Lo que quiero es vengarla, por eso seguí esta carrera para tener armas en mis manos para que se sepa la verdad y que el culpable reciba su merecido, esa es mi suprema ambición.
_Tienes razón, fui egoísta al pensar que nos daría fama, puede que nos la dé, pero habremos cumplido como defensores de la ley, nuestro cometido.
Marchó Catherine a la biblioteca y solicitó, los periódicos de aquel año, buscó con minuciosidad, todo lo relativo a defunciones, aunque estaba segura, que si la había enterrado por si mismo, no iba a hallar ningún aviso Luego personas desaparecidas, allí tuvo suerte, el aviso decía: se solicita a quienes hayan visto a la señora Ingrid Bergman de alrededor de 30 años alta, delgada, rubia, lo comuniquen a la seccional más cerca o al teléfono, 001,403 225621.
Catherine se mordió el labio inferior con rabia, ese criminal cubría su delito ` Anotó el teléfono, podía servir de ayuda.
Volvió con lo poco que halló, pero se confirmaba la teoría de Michael, referente en que el cinismo del hombre daba cuenta de la desaparición, para cubrirse de posibles sospechas, la prueba estaba a la vista, pues seguía después de tantos años viviendo en la misma casa y quizás muy tranquilo.
Poco podemos hacer, nadie la requirió solamente él, quizás si pudiéremos entrar en la casa a pesar de tantos años podríamos encontrar algo
_Sí, al estar tan seguro de no ser descubierto, puede haber dejado en la casa algo que pueda llevarnos a tener aunque más no sea, un indicio para empezar.
_Tu que lo tienes cerca en los días que estás trata de ver si sale todos los días a la misma hora, y a que hora regresa, así podemos estar seguros revisando la casa..
_También tenemos el teléfono, para estar seguros que no está.
_Bien desde mañana mismo te comisiono para que anotes sus salidas y sus llegadas, al menos tenemos un caso.
_Sí, lo único que sin paga.
_Quien sabe, quien sabe.


                                 TERCER CAPÍTULO


 Se puede decir que Catherine estuvo en acecho toda la semana, el hombre no debía trabajar, pues no salía en forma metódica como se hace cuando hay una obligación diaria que cumplir, pero notó que el jueves colocaba una valija en el auto y no volvió. Tan ansiosa estaba, que pasó toda la noche despierta, pero estuvo ausente ese día el siguiente y el otro y regresó el domingo a la mañana.
Volvió a hacer lo mismo la siguiente semana y deseosa de saber si aquello, se repetiría todo el mes, habló con Michael quien le dijo que si eso seguía así, les daría la oportunidad de revisar la casa en su ausencia. Después  de tres semanas se decidieron y el viernes a la noche, munidos de herramientas para abrir la puerta y amparados por la oscuridad, para que los padres de Catherine, que tenían ventanas que daban a esa casa no los vieran. Debía ser la de atrás. Cuando esta se abrió, los dos se miraron un poco con miedo, un poco interrogantes ¿Qué hallarían?
Prendieron la luz, no había problemas en hacerlo, pues la vida de su dueño no le importaba a nadie, nunca tuvo comunicación  con sus vecinos
Era típicamente la casa de un hombre solo.
Un living, donde se hallaban tres sillones desgastados por el tiempo y un televisor enfrente de ellos.
Vieron una puerta abierta a la derecha, entraron en ella, era el dormitorio, donde la cama decía a las claras que a su dueño no le interesaba la prolijidad., de esa habitación se pasaba a otra, donde solamente había un escritorio, con una computadora, teléfono sobre el, amén de una silla giratoria..
_Mira tú los cajones de la izquierda que yo haré lo mismo con los de la derecha, dijo Michael.
Habían llevado guantes, no querían dejar huellas.
Michael sólo encontró recibos usuales, luz, agua, teléfono de muchos meses atrás.
En cambio Catherine halló un papel con una extensa lista de nombres, se los mostró a Michael diciéndole _Mira, estos nombres, son todos alemanes.
El al mirarla asintió y dijo _En la vida de este hombre, fuera del asesinato, debe haber muchas cosas sucias. Con la cámara le sacó una foto.
Después de mirar por todos lados Michael le preguntó:
_En esta cuadra todas las casas son iguales, ¿tiene la tuya, sótano?
_Sí, tienes razón, debemos buscarlo.
_ ¿Donde se encuentra?
_En la cocina, hay una tapa grande de madera, que mis padres taparon con una alfombra de linoleum, que es donde papá guarda el vino para todo el año.
_Vayamos a ver si aquí está en el mismo lugar.
Se dirigieron a la cocina y sí, sin nada que lo cubriera vieron la tapa que les había pasado desapercibida antes.
_Ayúdame a levantarla.
Entre los dos lo hicieron y al retirarla vieron una escalera que permitía bajar al interior del mismo, lo que vieron al bajar los impresionó, había una especie de camastro y de su respaldo pendían unas cadenas que terminaban en esposas.
_Habrá sido la mujer que asesinó la que estuvo aquí?
_No lo creo, pues fíjate que las esposas no están oxidadas, en diez años no podrían estar como están estas.
_Bien pudo estar, y quizás tuvo que conseguir otras para otra persona.
_Tienes razón, este caso se está poniendo peligroso.
_Lo que debemos de hacer ahora, es seguir a este hombre, por algo se ausenta tantos días, volvamos de nuevo a registrar, quizás algo se nos haya pasado desapercibido.
Repasaron todo de nuevo, hasta el botiquín del baño, que no tenía nada inusual, pero cuando estaban haciendo lo mismo en el escritorio, Michael vió que de las pequeñas gavetas que tenía, de una de ellas sobresalía un minúsculo trozo de papel
Intentó sacarlo, pero con los guantes se le hacía difícil tirar de él, podría terminar rompiéndolo
¿Qué hago? Podría romperlo si sigo tirando.
_Déjame a mí que tengo la mano más pequeña, y Catherine, con suma delicadeza a pesar de su mano enguantada lo pudo sacar.
Cuando lo tuvieron lo abrieron, era un mapa con diversas anotaciones de lugares
Sacaron una foto de él y volvieron a doblarlo como estaba y a ponerlo en su lugar cuidando que quedara afuera un trocito, que fue el detalle que hizo que lo encontraran.
No había más nada para ver, así que apagaron la luz, cerraron bien la puerta y se retiraron con la impresión que había detrás de ellos un misterio que sería difícil de resolver.


                                  CUARTO CAPÍTULO.


Era tanta la impaciencia que tenían que resolvieron que tenían que seguirlo.
Se prepararon, pensando en todo lo necesario, imprescindible la Lap Top. Herramientas por si había que forzar alguna puerta, linterna de potencia, la cámara y estudiar el mapa. amén de conseguir por medio del padre de Michael, que conocía a el embajador de Alemania en el país si conocía esos nombres, allí mintieron, dijeron que lo encontraron en un sobre en el buzón dirigido a un vecino al cual buscaron para llevárselo pero no lo encontraron y pensaron que debía ser importante debido a la larga lista de nombres alemanes.
El padre de Michael los miró con suspicacia a los dos y les dijo.
_Esto me suena a investigación ¿Qué están ustedes haciendo? Es un trabajo profesional o se van a meter en líos.
_Mira papá, verdaderamente es algo que quizás sea grave, pero preferimos decírtelo después que lo aclaremos, esos nombres pueden ser muy importantes para nuestra investigación.
_No voy a pedirle nada al embajador, una por si es un problema político y otra porque yo en mi calidad de médico, conozco muchos de estos nombres, pues los he conocido  en congresos de distintas especialidades.
_Y en la mayoría de ellos ¿Cuál era su especialidad?
_Es curioso ¿Sabes? La mayoría químicos. Pero por favor no se metan en problemas, ya ellos nos dieron bastantes en la terrible guerra en la que Alemania fue tan cruel y déspota.
_Papá, prometo dejarte por escrito lo que vamos a hacer, si demoráramos más de la cuenta, rompe el sobre y léelo.
_ ¿Y que van a hacer con el bufete? ¿Cerrarlo?
_Mira papá sinceramente desde que lo abrimos no hemos tenido ni un caso, o sea que por dos días que estemos ausentes, no va a pasar nada. Quizás con esto que estamos haciendo pasemos un día a la delantera.
_Bien pero déjame los datos del porqué están haciendo esto, pues sino tu madre y yo, estaremos sobre ascuas.
_Promesa papá, de los dos
Partieron a seguir con sus preparativos para el jueves día en que comenzarían a perseguir al que consideraban un cruel asesino.
Mientras hacían todo esto Catherine le dijo a Michael.
_ ¿Porqué, no le ponemos a su auto un rastreador, como en las películas? Así evitaríamos perderlo o en el tráfico o mostrarnos demasiado en lugares apartados.
_Tienes razón, yo había pensado en algo diferente, pero podemos hacer las dos cosas.
_ ¿Cual era tu idea?
_Que lo siguiéramos los dos en nuestro respectivo auto, pues si el se da cuenta por ejemplo que lo sigo durante largo rato se va a dar cuenta de que está siendo seguido, pero así después de seguirlo un rato te llamo por el celular y te digo porque calle tienes que salir y yo salgo de la escena por otro rato, hasta que tú me llames.
_Muy bien pensado, somos buenos detectives, pero el rastreador se lo tendrías que poner de día por que a la noche lo guarda en el garaje.
_Bueno tú sabes a la hora que llega, me imagino que almorzará, en ese momento lo pondré, yo estaré en tu casa, le daré un tiempo, después me escabullo debajo del coche y lo coloco y que el sea nuestro principal aliado en esta contienda.
_Viva por nosotros.
Llegó el día indicado, Michael pudo poner el rastreador sin el menor problema.
Los autos ya estaban preparados, con todos los accesorios que llevaban además de ropa y comida: en el baúl del coche pusieron dos bidones de nafta por las dudas.
Se sentían como dos chiquillos que van a jugar a los buenos y a los malos, pero en este caso había que tener mucha cautela, sabiendo la catadura moral del hombre a quien iban a perseguir.
Se despidieron de sus padres los cuales intrigados no dejaban de decirles que tuvieran cuidado. Lo dejaron que les llevara una buena delantera y partieron.


                                          QUINTO CAPÍTULO


Primeramente, tomó por calles céntricas y poco a poco se fue internando en las afueras de la ciudad, allí lo dejaron perder de vista, el rastreador les marcaba el camino,
Cuando lo volvieron a ver, estaba parado frente a un restauran de ruta. Ellos había llevado sándwiches y bebidas así que mientras el perseguido comía muy cómodo ellos lo hacían en el coche.
Volvió de nuevo el seguimiento, era una carretera muy poco transitada, se hizo tedioso el perseguimiento, de acuerdo al mapa que consultaron y debido a la cantidad de horas que llevaban conduciendo, se estaban acercando a Hampton, poco a poco
 vieron que la carretera se acababa, debido a un inmenso barranco y acantilados que impedían seguir en coche, los dos se miraron, el perseguido no podía haberse esfumado, habría escondido el coche y subió a pié, era lo que tenían que hacer ellos.
Bajaron y buscaron el auto, estaba como habían pensado, oculto entre la maleza que muy alta lo tapaba bien.
Ellos debían hacer lo mismo, el problema que eran dos, los ocultaron del otro lado  opuesto al de él y miraron el camino que debían seguir, era tierra dura, que por ser quizás muy transitada por personas que querían llegar a la cima, lo habían formado.
A medida que iban subiendo vieron emerger un edificio situado en la cima de todos esos acantilados, poco a poco lo fueron divisando enteramente, no era un edificio antiguo, así como uno se imaginaría de acuerdo al inmenso barranco y los acantilados, por ahora muy secos, pero que con toda seguridad terminaban en el mar que sacudiría con fuerza las olas al pié de ellos.
Estaban muy agitados, se sentaron y pensaron que debían de hacer, Michael, sacó la foto que había tomado del escritorio del misterioso hombre y lo examinó.
Estaba marcado todo el camino que habían hecho ellos y mostraban en línea ascendente como llegar al edificio que estaba al final, allí había una cruz y letras muy pequeñas a su lado, buscó entonces una lupa y vió lo que decían:”Casa de reposo”.”Cielo y Mar”
Allí desalentado, le dijo a Catherine ¿Qué podemos hacer ahora? ¿Con qué excusa podremos entrar?
¿Podríamos decir que queremos internar a mis abuelos o los tuyos que necesitan de un lugar así.
Sí, pero quien nos dijo de este lugar.
Se me ocurre una idea, ¿Porqué no llamas a tu padre y le cuentas nuestra situación quizás como médico sintió hablar alguna vez de este sitio.
Tienes razón, sacó el celular y después de haberle explicado todo, tuvo la sorpresa de que su padre conocía el lugar, hacía pocos años le habían llevado folletos al consultorio  los cuales mostraban la comodidad que tenía el lugar lejos de todo, para los que deseaban paz, ya sea por enfermedad o por ser personas cuya vida había sido tan absorbente, como la de ejecutivos de empresas o altos dignatarios. Yo envié a varios matrimonios que debido a su edad, querían estar juntos, pero  no en una casa de las llamadas de salud, sino en un lugar como el que ofrecía ese lugar.
¡Que suerte papá, ¿Puedes darme algunos nombres? Así  podremos entrar diciendo que deseamos verlo para los abuelos de Catherine
Mientras el padre de Michael iba a consultar su lista de pacientes, Catherine sacaba su agenda para ir anotando los nombres de los enviados allí.
Después de anotado estos, se les ocurrió preguntar ¿Cómo habían hecho para llegar, porque difícilmente podían subir personas ancianas o lo que fueran, ellos eran jóvenes y les cansó el ascenso.
Muy fácil les contestó el padre, en avión, tienen pista de aterrizaje


                                    SEXTO CAPÍTULO

Quedaron de acuerdo que los que querían ir eran los abuelos de Catherine.
_Les tienes que dar sus nombres verdaderos, no sean que busquen información.
_Y ¿Si nos preguntan como supimos el camino para llegar hasta aquí?
Que mi papá guardaba todavía folletos, yo hice un dibujo para orientarme más y que para nosotros era una aventura, además de interesarnos en hacer algo bueno.
_Bueno, hazlo ahora, no puedes mostrar la fotografía que sacamos en la casa de ese hombre.
Poco después estaban pulsando el timbre que había en la puerta de la casa que era verdaderamente residencial. Esta se abrió y dejó ver a una linda chica vestida de enfermera, con cara de asombro les preguntó ¿Cómo llegaron hasta aquí?
Los dos jóvenes rieron y le contestaron: Por el único posible fuera del avión, subimos la cuesta y nos hizo bien el ejercicio.
_¿Tienen cita con algún doctor?
_No, vinimos a interesarnos, poque otras personas nos hablaron de este lugar para pasar una vejez tranquila.
_Pero no será para ustedes ¿No?
_Por supuesto, es para mis abuelos le contestó Catherine, ¿Podemos ver al director o a quien sea para saber los precios y ver las comodidades que dan?
_Creo que es lo mejor que puedo hacer por ustedes ya que han llegado hasta aquí pasen y abriendo del todo la puerta los guió hasta una sala de espera
_Le comunicaré al doctor Marcel de su llegada.
La joven se retiró y al poco rato, evidentemente sorprendido llegó el que sería el doctor nombrado por la enfermera.
_Verdaderamente es una sorpresa, siempre acostumbramos a que nos llamen y entonces concertar una cita.
_No pensamos en eso, vimos que era un camino difícil, pero por eso mismo lo tomamos como una aventura. Hace muy poquito que terminamos la universidad, y era como una excursión.
_Bien, ahora ¿Pueden decirme de que se trata?
Tomó la palabra Catherine contándole que sus abuelos deseaban estar sus últimos años en un lugar agradable, no en esas que se dicen casa de salud y nadie sabe lo que se oculta detrás de ellas, supieron por el padre de Michael que el había aconsejado a varios matrimonios a ir allí gracias a los folletos que tenía y en los cuales se contaba la ventaja de estar en un lugar con toda clase de comodidades y con vista al mar.
_¿Pueden decirme los nombres de los que según su padre vinieron aquí?
_Naturalmente, los escribí para no olvidarme, y a continuación le dio lo requerido.
_Esperen un momento les dijo, tocó un timbre,  apareció la enfermera y le pidió que trajera el registro de los internados , cuando esta lo trajo, pidió nuevamente los nombres, buscándolos en el libro que tenía adelante, pasó hoja tras hoja hasta que finalmente encontró algunos de los nombres dado por Catherine.
Bien, veo que me han dicho la verdad, pasaré a informarles todo los requisitos para entrar aquí. En este lugar ya no precisan atención médica de afuera, porque aquí se brinda todo lo que precisen, lo que sea, hay todo tipo de distracción para aquellos que puedan y quieran entretenerse, si son matrimonios, se les dá una habitación solamente para ellos con baño privado, si son solos y quieren seguir solos también o si quieren tener una compañía se les dá una habitación para dos Hay sala de televisión también de billar, de lectura, de juegos, cartas, ajedrez, en fin, que hay mucho más pero con eso tienen  una idea de lo que ofrecemos.
_Verdaderamente, ideal para mis abuelos, pero ahora viene lo más importante…el precio.
_Es alto, pero creo que si lo pueden pagar no se arrepentirán, siendo para dos asciende a 30.000 dólares mensuales.
_Bueno tendríamos que decirles a ellos aunque creo que mis padres los ayudarían, ¿podría mostrarnos las dependencias?
 _ Como no, volvió a pulsar el timbre acudiendo la enfermera
_Señorita, sírvase mostrarle todas las instalaciones del complejo a estos jóvenes
_Ah! Perdón doctor, como podríamos saber donde tomar el avión?
_Si sus abuelos resuelven venir, yo les doy un número para que les reserven un lugar en el avión nuestro que parte del aeropuerto John Kennedy
_Bien, muchas gracias por todo.
Siguieron a la enfermera que fue mostrándole primero las habitaciones, verdaderamente hermosas y alegres, con lindos cobertores en las camas y cortinas haciendo juego, después las salas de juegos donde había ya bastantes parejas jugando a todo lo dicho por el médico.
_Bien realmente nos vamos muy satisfechos, es ideal para mis abuelos dijo Catherine, la pena que tengamos que bajar la pendiente ahora que hay poca luz.
_Si quieren quedarse a pasar la noche, hay un retiro especial para familiares, abonando 1000 dólares.
_ ¿Aceptan cheques? Porque no pensé en traer esa suma.
_ ¿Me permite la chequera?
_Por supuesto.
Michael la extrajo de su chaqueta y se la entregó
La enfermera se retiró con ella y al rato vino y le dijo que sí, que era aceptado el cheque., devolviéndola y Michael entonces le preguntó a nombre de quien lo endosaba y esta le dijo “Casa de reposo “ “Cielo y Mar” Después de hacerlo se lo entregó.
La joven entonces los guió a lo que parecía una obra que fue adosada no hacía mucho tiempo, siguió por un corredor donde había puertas con números sobre ellas y se detuvo en la 36, aquí encontrarán todo lo que precisen, si desean bañarse, tomar algo, hay una heladera que contiene muchas cosas y un micro ondas para calentar también.
Los jóvenes entraron, le dieron las gracias y cerraron la puerta tras ellos.
Cuando lo hicieron se miraron incrédulos, aquello era fantástico, pero en que lugar encajaba el hombre que siguieron, no lo vieron para nada.
_Ya que pagamos demasiado por esta comodidad, vamos a ver lo que hay para comer y después de hacerlo, descansar, pues cuando ya esté todo quieto saldré a ver lo que hay por sitios donde no nos llevaron.
_Yo también iré contigo.
_No, tu te quedas aquí, puede haber peligro.
_Pero quien te va a cuidar las espaldas? Ponemos almohadas en las camas por si alguien viene y veremos si encontramos a ese señor que nos dá tanto trabajo.

                              CAPÍTULO SEPTIMO


Encontraron que había comida excelente en la heladera, la comieron fría, pero tomaron café bien caliente. Prendieron la televisión esperando que se hiciera una hora adecuada para deslizarse por los pasillos. Cuando el reloj daba las dos, abrieron la puerta despacito y salieron, Michael ya le había dicho a Catherine que pensaba bajar por donde había venido el médico, o sea que tendría un laboratorio debajo del primer piso.
Era un corredor largo y frío, al final se veían unas puertas muy anchas con vidrios opacos.
_No podremos ver nada, y si alguien sale, nos van a ver enseguida.
_Paciencia, quizás esas puertas nos lleven a otro lugar y no hay nadie detrás de ellas.
_Probemos a abrirla un poco a ver que se ve.
La entreabrieron apenas unos centímetros y tuvieron suerte, seguía otro corredor en el cual se  encontraban muchas puertas.
Sintieron voces, se acercaron al lugar de donde provenían las mismas y trataron de escuchar, pero hablaban en alemán.
En un susurro le dijo, si que la hicimos bien, no sabemos su idioma.
¿Quién te dijo que no sé alemán? ¿Porque te pedí ayuda para estudiar? porque mi padre quería a toda costa que aprendiera alemán, porque si tenía que ir algún congreso alemán que a él le interesaban mucho, yo era su traductor.
_Bueno, me alegro pero no hablemos mucho, porque corremos el riesgo de que nos sientan, y presta atención a ver que dicen
Por la cara que ponía Michael, era algo muy serio lo que se hablaba allí, de pronto se sintió el ruido de una silla, como de que alguien se levantaba, entonces tomó la mano de Catherine y se apresuraron a salir.
Llegaron a su dormitorio agitados y Michael muy preocupado.
_Cuéntame cuéntame lo que oíste allí, que tienes una cara de susto que me asusta a mí.
Están queriendo llevar a cabo un plan monstruoso, han inventado una formula que consiste en un gas, que si lo echan a la corriente de nuestro principal abastecedor de agua, moriría cantidad de gente., y lo harían de prueba aquí en los Estados Unidos, para luego seguir en Francia y demás países para adueñarse del mundo
Están queriendo hacer lo que quiso hacer Hitler, como es posible que siga habiendo gente adicta a él.
Nunca se exterminó del todo el movimiento nazista.
Y dime ¿tuviste oportunidad de ver al hombre que perseguimos?
Sabes que no, dí una mirada rápida a todos los que estaban allí, pero a él no lo ví.
Pensar que usan esto como un hogar para personas las mayorías ancianas, para encubrir sus experimentos y nada menos que doctores, químicos de renombre, si esto se supiera el gobierno tiraría bombas por medio de aviones para terminar con este antro alemán, pero en él morirían personas inocentes.
Pero sigo pensando en nuestro hombre, quizás no venga para mezclarse en este horrible plan, pero ¿A que viene? Y nosotros ¿Que haremos ¿ Nos iremos mañana como dijimos, o nos quedamos para tratar de ver si averiguamos más
_Por un lado me gustaría conversarlo con mi padre y por otro me gustaría quedarme para poder llevar bien seguros los planes de esta gente ¿Cuándo piensan comenzar a hacer eso tan horrible, como es envenenar el agua?
_Pero ¿si nos quedáramos donde podríamos estar?
_Aquí.
-Pero tienes tantos dólares, como  para pagar mil por día?
La verdad que no, por eso, es mejor volver, para darle cuenta de todo esto a mi padre y traerlos a ellos, acompañados por nosotros en el avión que le pertenece al hogar”Mar y cielo”
Pero nosotros dijimos que eran para mis abuelos, no para tus padres
_Sí, pero yo sé que a mis padres les gusta la aventura y son bastantes mayores como pasar por mis abuelos, y los tuyos pueden darle los papeles que los acrediten en sus nuevos papeles.
_Pero los vas a poner en peligro.
_Cuando sepan lo que están haciendo aquí en contra de nuestro país, vienen enseguida, sin pestañear.
_Bien entonces está decidido, nos vamos mañana.
_Si y ahora a dormir, que nos espera un largo viaje.
_A la mañana siguiente se despertaron un poco tarde, debido a la hora en que lograron dormirse, se despidieron de la enfermera, quien les dio la tarjeta del hogar para que se pudieran comunicar para obtener pasajes para el avión.
La pendiente se hizo fácil, buscaron los autos, Michael les puso nafta a los dos, pero antes de subir fueron a ver si estaba el del hombre misterioso…y estaba.
_Esto sí que no tiene nada de claro, vinimos detrás de él, nos enteramos de cosas peligrosas, pero de esa persona nos vamos sin saber nada.


                                 OCTAVO CAPÍTULO


Ya en su casa, Michael contóle a su padre todo lo escuchado en el laboratorio que tenían en el subsuelo todos aquellos científicos que amenazaban con envenenar a todo el país, con el gas que habían descubierto. Y le contó de su plan, pero su padre no estuvo de acuerdo.
_Esto es demasiado serio para que nosotros que no somos nada podamos resolver. Tendremos que llevarlo a las autoridades más competentes, para que sean ellos los que resuelvan.
_ ¿A quien crees que debamos de acudir¿ a la policía no? a ellos no les compete esto.
_Iremos a ver al decano de la universidad, posiblemente nos lleve ante el juez que debe entender en esto.
A la mañana siguiente, después de pedir audiencia, fueron los tres a buscar a quien pudiera solucionar un problema que si en realidad lo hacían iba a ser catastrófico.
El decano sintió todo con gran seriedad y dijo:
Nuestro próximo paso, será la casa de gobierno, allí con la seriedad del caso nos atenderán enseguida. El propio presidente dejó todo lo que tenía entre manos cuando supo que el decano de la universidad lo requería con urgencia y al enterarse del inmenso problema, llamó al jefe de las fuerzas armadas, quien sugirió que sería necesario el FBI., Pero los jóvenes dijeron que había cantidad de personas inocentes que iban a morir sin tener porque, y después de eso expusieron su idea, de volver ellos con abuelos ficticios
a tratar al menos de ir advirtiendo de a poco a los ancianos que se fueran retirando con buenas excusas, para no despertar sospechas.
_No está mala la idea, irían acompañados de personal experimentado, haciéndose pasar por sus abuelos a quienes les tendremos que hacer los papeles correspondientes.
Todo se puso en práctica, a los pocos días le fueron presentados sus “abuelos” los cuales eran una pareja del FBI., maquillados como personas mayores. Estuvieron unos días hablando con ellos para que pudieran sentirse nietos porque no era cosa que por cualquier motivo se dieran cuenta, que estaban representando una comedia y fueran las primeras victimas
Después de tener todo arreglado, hicieron las maletas, llamaron para pedir los pasajes en el avión y se les comunicó que el próximo los esperaba en el aeropuerto a las 18 horas.
Los padres de Michael y Catherine, nerviosos, los llenaban de consejos, pensar decían que si Catherine no hubiera visto a aquel hombre enterrando a su mujer, nadie se habría enterado de esto.
_No crees mamá, fue una suerte, pues en medio de todo gracias al deseo de ella de vengar a esa pobre mujer que yace debajo de ese gran edificio, nunca se nos hubiera ocurrido seguirlo y saber el gran peligro por el que corre nuestra gran nación.
_Tienes razón, pero yo como madre y la de Catherine también tenemos miedo.
Llegó el sábado y después de revisarle los papeles, les permitieron subir al avión.
Como el viaje era corto, y dentro del mismo país, no precisaba mucho trámite.
El avión se elevó y Catherine apretó la mano de Michael, en un gesto de aprensión y ternura, con la tensión natural que provocaba el peligro que iban a enfrentar.


                                    NOVENO CAPÍTULO


El avión estaba descendiendo en una pista de buenas dimensiones, sólo viajaban ellos cuatro, bajaron la escalerilla y los esperaba al final de ella la misma enfermera que los había atendido la vez anterior.
Los saludó con simpatía, presentaron a sus abuelos, diciéndole que querrían que se quedaran  sus nietos un tiempo con ellos hasta ver si se hallaban cómodos, sino extrañarían ¿Podría ser posible?
_Ya lo creo, recuerdan que la otra vez se quedaron, muchos familiares que vienen a ver a sus padres o abuelos como ustedes casi siempre se quedan unos cuantos días, por eso se hizo un anexo al sanatorio para la familia., lo que sí que tienen que pagar.
_Bien lo pagaremos con gusto, pues era muy buena la comodidad que tuvimos.
Había una camioneta donde los hicieron subir y los trasladaron en ella hasta las puertas del residencial.
Al entrar en él, estaba el Doctor Marcel que les dio la bienvenida a los cuatro y que esperaba, se sintieran los abuelos a gusto y nuevamente le pidió a la enfermera que los guiara para que vieran lo que ofrecía el sanatorio y después que los llevara a su escritorio para registrarlos en el libro como nuevos residentes y arreglar todo lo concerniente al pago. Luego de dicho esto, se retiró, bajando por las escaleras a la planta baja.
La enfermera hizo lo que la otra vez, mostrándoles como había cantidad de salas de juego para entretenerse, y luego los llevó por el corredor donde habían estado los jóvenes, que tomaban del brazo a sus abuelos diciéndoles lo mucho que se iban a entretener allí.. Llegaron al número 38 y les abrió la puerta, esta es les dijo para el matrimonio y al lado en la 36 como la otra vez  ustedes, así están cerca de ellos.
La cena se sirve a las ocho en punto, no sé si quieren pasar al escritorio a registrarse ahora o después de la cena.
Creo dijo el “abuelo” que es preferible arreglar las cuentas primero, guíenos  al escritorio
Al volver ya era la hora de la cena, fueron hasta el comedor, buscaron una mesa que tuviera a su lado una ventana que diera al mar.
No se podía pedir más, el ambiente cálido, música suave y los demás residentes en alegres charlas.
Después de ubicarse mientras esperaban que los sirvieran, Catherine dio una mirada a su alrededor, de pronto sus ojos se agrandaron, en la mesa que estaba frente a ella estaba el misterioso vecino.
No pertenecía entonces al grupo nazista, o quizás se confundía entre todos los residentes para averiguar de ellos.
Cuando se lo comunicó a sus compañeros se sorprendieron y disimulando lo miraron.
Los agentes del F.B.I.Lucy  Cambel y Carlos Smith dijeron que al menos no estaba en la galería de los buscados.


                                   CAPÍTULO DÉCIMO.


Ya, en el dormitorio de “Los Abuelos” todo era un debate de ideas, si era mejor ir esa misma noche al laboratorio a tratar de escuchar lo hablado allí de lo que estaban haciendo o esperar al día siguiente, por las dudas como nuevos residentes.
Primó la idea de dejarlo para la noche siguiente.Era mejor por las duda ejercieran vigilancia sobre la gente nueva.
Se integraron a los demás en mesas de juegos, pasando el día en un clima que en verdad era ameno y agradable para la gente mayor que ya ha cumplido con toda una vida, de trabajo , de familia y que ahora ni los hijos ni los nietos tienen tiempo para ellos..
La misma enfermera se acercó a preguntarle como se sentían y le contestaron que mejor imposible.
Sino supiéramos lo que se esconde tras todo esto, en verdad que es encantador ver a las personas disfrutando de todo como una gran familia, dijo Lucy, .pero lamentablemente tenemos que llegar al fondo de la verdad.
Llegó la noche, se aprontaron para salir a eso de las dos de la mañana, llevando a Michael, para que les enseñara el camino, a Catherine le dijeron que no debía ir, que para eso habían venido ellos, que tuviera el televisor prendido, para dar la idea que estaban mirándolo, que al rato enviarían a Michael porque a él tampoco lo querían en un estado de peligro que podía surgir..
Pero ellos no sabían como era ella, dejó pasar una media hora, se vistió toda de negro y se colgó en la espalda la mochila con todo lo que consideró necesario. Se encaminó hacia las escaleras que llevaban al laboratorio, pasó la puerta ancha y no los vió ¿Dónde estarían? Todo estaba en silencio. La posibilidad de que estuvieran adentro imposible a menos que esa noche no se hubieran reunido y entonces tuvieran la oportunidad de registrar todo lo que pudieran. Salió por la puerta que daba al acantilado, esperando a ver si en un rato salían o si había pasado algo, de pronto alguien con fuerza la tomó de atrás, diciendo “Maldita muchacha” esa voz la conocía, era la de la enfermera, mientras trataba de arrastrarla hasta el borde del acantilado gritaba en alemán, quien sabe que    cosas, trató de resistirse, pero las fuerzas de esa mujer acrecentadas por el odio que se notaba en la voz podían más que ella, se tomó del borde con todas sus fuerzas, pero sentía que sus manos resbalaban y que no iba a poder evitar ser empujada al fondo del mismo, de pronto sintió que una manos tiraban de ella hacia abajo y sintió una apagada voz que le decía “déjese caer que la sostengo” pegó un grito y a la verdad que se dejó caer porque ya no resistía más., Cayó  pero alguien la sostuvo pegada a la pared. La enfermera miró hacia abajo y con una carcajada dijo, eso te pasa por meterte en lo que no debes” y se fue convencida de que había cumplido con su alevoso acto.
Debido a la oscuridad, Catherine n o podía ver la cara de su salvador, pero él se dio a conocer, soy el hombre a quien usted ha perseguido tanto, al que cree que puso a su esposa debajo de los cimientos del edificio, pero después arreglaremos eso, ahora hay que tratar de subir.
Catherine, no estaba en condiciones de discernir las cosas que le estaban pasando y que todavía estaba colgando hacia la profundidad del acantilado, el hombre le dijo, trate de afirmar el pié sobre la roca, yo la sostengo, bien ahora el otro, amparada por la seguridad que le daba la fuerza del que siempre consideró como un enemigo, seguía todas sus indicaciones, no era fácil, no había muchas salientes en esas rocas, falló dos o tres veces, pero él se las arregló para no dejarla caer, cuando llegaron a la cima estaban desfallecidos los dos..
Cuando estuvieron en condiciones de hablar, este le dijo: usted creyó sinceramente que era yo, quien hizo una cosa tan detestable como enterrar a mi esposa, para que los cimientos del edificio la dejaran sepultada para siempre, pero no fui yo, fue mi hermano gemelo Adolfo, volvió de Alemania cuando ya hacía unos cuantos años de estar viviendo aquí nosotros, que lo único que queríamos era olvidar todo lo sucedido en nuestro país, pero a él, parecía que le hubieran lavado el cerebro, sólo pensaba en reclutar gente adicta a el partido que cada ves se hacía más grande, entonces le pedimos que se fuera de nuestra casa, que nosotros ya habíamos sufrido bastante bajo el gobierno nazista y que vivíamos en un país libre y que queríamos seguir viviendo así.
Una noche mientras estábamos dormidos, pusieron cloroformo en nuestras narices para que no gritáramos y nos llevaron al sótano, donde nos encadenaron a una mugrienta cama, pero a mi esposa lamentablemente el cloroformo que le aplicaron fue demasiado fuerte, ella sufría de enfermedad respiratoria y ya no despertó más.
El me dijo sonriendo lo que iba a hacer con el cuerpo de ella, va a quedar para la posteridad me dijo, pues nunca la sacarán de debajo de los cimientos del edificio donde la voy a colocar.
Se puede imaginar todo lo que sufrí, llevábamos un vida simple, hogareña, pero nos sentíamos felices y que fuera mi propio hermano el que destrozó todo aquello,
Me tuvo encadenado por años, haciéndose pasar por mí, nadie se daba cuenta porque en vida de mi esposa, no habíamos tenido oportunidad de granjearnos simpatía entre los vecinos, debido a la cruenta guerra que nos hacía antipáticos ante la gente, para evitar todo eso, nos concretamos a llevar una vida tranquila.
El había estudiado medicina en nuestro país revalidó sus estudios y se recibió de doctor en pocos años. Debo confesar aunque lo odie que es muy inteligente, y desde su graduación se dedicó, a reclutar a doctores especializados en química, biología y todo lo que hiciera posible formar un laboratorio donde se pudieran especializar en seguir un estudio que comenzó a desarrollar él, así llegaron  a tener la idea de hacer un edificio que escondiera sus propósitos, ¿Qué mejor uno en la cima de un acantilado para personas mayores, a los cuales sus hijos o nietos se negaban a cuidar poniéndolos en esos hogares que sólo son el preámbulo de la muerte? Se eligió lo mejor, todos tenían fortunas considerables y no nos olvidemos la tarifa alta que pusieron y los que podían darse el gusto de pagarla lo hacían con mucho gusto. Podían trabajar con toda calma en un sitio como ese, hasta tenían pista de aterrizaje y avión propio para el traslado de los futuros residentes.
No les llevó mucho tiempo hacer todo eso, porque cuando hay dinero todo se hace rápido, él se iba los jueves y volvía los domingos, como no retornaba en tres día, me dejaba libre pero colocaba algo muy pesado sobre la tapa del sótano para que no pudiera escapar, el último mes me cambió las esposas con las cuales me tenía atado a la cama, sólo me libraba de ellas para el baño, y cuando me puso las nuevas yo traté de endurecer las manos, después que él se fue, fui haciendo fuerzas con las mismas que después de tanto tiempo de comer como comí y la vida que estaba llevando habían quedado delgadas, no me llevó mucho tiempo despojarme de ellas.
Cuando levanté la tapa del sótano, me sentí libre, libre para vengarme, y fue así que como un hombre nuevo, llegué hasta donde ustedes encontraron el  auto que robé para llegar hasta allí.
Entonces, Catherine le preguntó ¿Cómo sabía que lo perseguíamos?
_No lo supe por mí, lo supe por mi hermano, que me dijo, hay una vecinita que está haciendo muchas preguntas sobre mí, en el archivo, o sea sobre ti, si está tratando de averiguar algo se va a encontrar con la horma de su zapato.
_¿Y cómo se pudo enterar?
_Porque la organización tiene adeptos en todas partes.
_Así que cuando fuimos a interesarnos  por los precios aduciendo que era para mis abuelos, ¿Lo sabían todo?
_Sí, y que también trajeron gente de la FBI.
_Y ¿Qué va a suceder con ellos y con mi compañero Michael?
-Lamentablemente no lo sé, pero pienso que van a tratar de llevarse la formula y abandonar el edificio si es que no intentar hacerlo volar.
_ ¿Y quien es su hermano aquí?
_ ¿No se dio cuenta, es el doctor que los atendió todas las veces.
_Que haremos? Quizás sería bueno escapar y que venga el escuadrón de la FBI
_Mientras ellos llegan, quizás maten a los tres que han hecho prisioneros, quemados todos sus papeles comprometedores o como decía antes volar el edificio sin importarles la gente inocente que hay en él.
_ ¿Y si hablara por el celular para avisarles, a ellos o al padre de Michael que lo sabe todo?
_Correcto llámelo a él, yo estuve tanto tiempo encerrado que sólo pensé en la venganza y eso a mí no me servía para nada, ¿A quien iba a llamar yo?
_ Voy a ver si con la caída no se ha dañado, dá libre, ¡Que suerte
Catherine habló con el padre de Michael explicándole todo, que avisara a quien hubiera que avisar antes que todo ese grupo de científicos malvados se les ocurriera la idea de hacer volar todo.
_Y ahora ¿Qué hacemos nosotros?
_ A usted la dan por muerta, de mí ni saben que estoy aquí porque me entreveré con todos los pensionistas subiendo por el acantilado, así que buscaremos despaciosamente a los tres desaparecidos.
Salieron por la puerta que comunicaba el exterior con el interior, allí estaba el laboratorio, pero estaba en silencio ¿Ya habrían sacado lo comprometedor y la receta del gas? Entraron sigilosamente, al parecer no había nadie haciendo ningún trabajo, pero se llevaron una gran sorpresa, detrás de la mampara donde trabajaban con sus experimentos, se encontraron con los tres buscados fuertemente atados y en el medio se encontraba Michael con un dispositivo de bomba asegurado a su cuerpo.
Catherine corrió pero Carl, que ese era el nombre de su salvador la detuvo diciéndole, no se puede tocar, sólo sabiendo desarmarla se puede evitar que estalle
Entonces sacó la mordaza a los otros dos y les preguntó si ellos sabrían.
Afortunadamente sí, desáteme y veré si está dentro de mis habilidades hacerlo, dijo Carlos Cambel
Desataron a la otra agente y aguardaron con inquietud lo que decía el agente.
Desgraciadamente, esta es una bomba de tiempo sincronizado, va a estallar a las cinco, tenemos poco tiempo y de este tipo no había visto ninguna.
No puede pedir ayuda a la central del FBI. preguntó Catherine
-¿Con que medios?
_Con mi celular, ¿no puede llamar a alguien que le dé instrucciones?
_Ciertamente que puedo, nos sacaron todo el equipo que habíamos traído, pensando en una contingencia como esta, pero veremos si poniéndonos en contacto con el equipo de bombas nos ayudan
_Llamó, explicó y quedó a la espera de instrucciones
El que daba las explicaciones por medio del celular, le dijo que se fijara de qué color eran los cables. Este le contestó que eran blancos, rojos y amarillos.
¿Tiene pinzas a mano?
El agente miró a ver si veía alguna en el laboratorio y le contestó que no.
-La agente no tiene pinza de cejas?
En ese momento Catherine gritó yo, yo tengo, buscó febrilmente en la mochila que llevaba a la espalda que afortunadamente no se había salido de ella durante la caída
_Bien, muy despacio trate de separar la blanca de las otras dos, esperó un segundo y nuevamente preguntó, ¿Pudo hacerlo?
_Si, ¿y ahora?
_Ahora con mucho cuidado trate de levantar el cable colo…y allí se extinguió la voz
 ¿Qué pasó gritaron todos, se quedaron mirando el celular, no tenía más batería.
_ ¿Que hacemos?
_Usted que sabía desarmar bombas aunque esta sea distinta una idea debe de tener, dijo Catherine.
_Sí, pero nunca me tocó una igual a esta, si saco la equivocada morimos todos.
_Y sino la saca también porque faltan tres minutos para las cinco  o se anima o volamos todos.
Michael habló, yo soy el que lleva la bomba puesta, así que yo decido por mí, separe la amarilla y el que pueda correr que corra, porque todavía les quedan dos minutos
Nadie se movió y Catherine en un impulso tomó la pinza y delicadamente separó la amarilla.
Todos enmudecieron, el silencio cortaba la respiración como si fuera un cuchillo
El reloj marcó las cinco todos cerraron los ojos., más nada pasó se había separado el color correcto.
Al ver que no habían volado por los aires, todos fueron a tratar de sacarle la bomba a Michael.
_Como supiste que era la amarilla?
_No lo supe, pero en la última película que ví, Roky estaba en una situación igual a esta y también eligió la amarilla.
Todos rieron.


                                    CAPÍTULO  UNDÉCIMO

Corrieron por el corredor, se sentían los helicópteros que estaban bajando., los oficiales
se adelantaron para prevenir a sus compañeros que no dispararan, que con toda seguridad habían huido, los principales de esa macabra organización y que no había que asustar a los residentes, pero estos no habían tenido tiempo, con el afán de llevarse todo el dinero demoraron su salida en su avión y aunque ya había, casi, emprendido vuelo, fueron rodeados para impedirles el despegue por toda la fuerza aérea..
Con ellos venía el padre de Michael, abrazó a su hijo diciéndole, por poco te pierdo, este a pesar de todos los nervios que había pasado, le dijo a su padre, papá ¿Por qué no te haces cargo de un sanatorio de esta clase, mira esa gente, cuantos lloran porque si se tienen que ir no tienen donde, quizás vendieron todo lo que tenían para poder pagar la enorme suma que le pedían aquí, pero estaban felices, tu podrías formar con varios médicos de especialidades distintas una sociedad que pudieran ser atendidos como lo estuvieran hasta ahora.
Pero y mi casa y tu mamá?
_Pues se vienen a vivir aquí, que es un hermoso lugar, estoy seguro que mamá estaría feliz.
_No es mala la idea, sobre todo teniendo en cuenta, la seguridad de esta gente que aunque tengan dinero, le falta lo principal, cariño, interés de sus familiares por ellos. Vamos a anunciársela, yo sé de muchos colegas que están a disgusto en “Casas de salud y se trasladarían con gusto aquí, pues hasta tienen comodidad para vivir.
El padre de Michael pidió a todos que se reunieran en el comedor, que les iba a hacer un anuncio, allí les comentó la idea de lo hablado con su hijo y que todo seguiría igual, si ellos estaban de acuerdo. Como respuesta todos aplaudieron.
Bien ahora nos vamos, pero vendremos con todo lo necesario, para comenzar ayudados por el comité de salud. Les pedimos a las personas que puedan ayudar a quienes lo precisen que brinden su ayuda hasta que volvamos con todo lo que haga falta.
                          

                                      EPÍLOGO.
Ya han pasado dos meses, en ese período de tiempo han pasado muchas cosas.
El cadáver de la esposa de Carl, fue desenterrado, estaba en la entrada principal, no había problemas para hacerlo, muchas personas lo acompañaron a colocar la urna  en un nicho del cementerio, donde ya a pedido de Catherine estaba escrito su nombre y la fecha de su fallecimiento, ella se sentía como que había cumplido con la promesa que se hizo a si misma la noche que vió lo horrible de aquel hecho.
Los diarios habían dado sensacionalismo a lo ocurrido, una joven abogada presenció un hecho terrible de niña y estudió abogacía, para así, poder desenmascarar a quien lo hiciera y no sólo descubrió al criminal sino que con su amigo también abogado Michael  Taylor desbarató un complot de movimiento nazi, que buscaba envenenar el agua de nuestro país para adueñarse de él.
El bufete de Catherine Oliver y Michael Taylor, se vió asaltado de cantidad de gente, que viendo la inteligencia de esos dos jóvenes no dudaban en poner en sus manos sus asuntos legales. Tomaron a Carl como ayudante, quien se convirtió en un muy buen amigo y colaborador de la pareja
El sanatorio siguió como siempre dándole oportunidad a cantidad de jóvenes médicos y su tarifa fue bastante reducida
En un aparte de su vida de mucho movimiento le dijo Michael a Catherine.
_ ¿Recuerdas cuando me dijiste que con este asunto no íbamos a ganar nada más que la satisfacción de descubrir al criminal lo que yo te dije?
_Como olvidarlo ¿Quién sabe? ¿Quién sabe?

                                         FIN.

AUTORA: Gladys Murissich.



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