No es mi idea darle consejos, sé que no te agradan,
de lo que sí te voy a hablar es de mi experiencia
porque la vida es tiempo.
Tú no tienes mucho ahora, escuela, liceo, computación,
idiomas, etc., etc.
Y ya ves, a mí me sobra, pero no lo desperdicio, estoy
en estos momentos haciendo una evaluación de mi propia vida
que cual un espejo, refleja distintas etapas.
Primero la infancia, luego la hermosa y bulliciosa juventud,
la madurez y por último la más temida ... la vejez.
Nuestro cuerpo es como una coraza, linda o fea que nos recubre
lo que está dentro de ella es lo importante.
No dejes nunca que la prisa por vivir te haga olvidar lo hermoso
que es vivir las emociones, eres joven pero algún día vas a formar
tu propio hogar, tendrás hijos, hazte tiempo para disfrutarlos.
Acúnalos en tus brazos, cuéntale cuentos, atiéndelos siempre que te necesiten, no dejes que la ansiedad de poseer todo lo que quieras se anteponga a tus sentimientos.
Fija tus metas y llévalas adelante sin desmayar, pero
no te olvides de observar la belleza de una puesta de sol ni de mirar una rosa sin aspirar su perfume.
Y por último aunque hay mucho para decir, te dejo con la frase de un famoso poeta que quedó grabada en mi desde mi niñez y desearía que te sucediera lo mismo.
La frase era: “Yo soy el arquitecto de mi propio destino”.
En tus manos está el saberlo edificar.
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